El Rayo despide una temporada llena de sobresaltos con el objetivo cumplido

  • El Rayo Vallecano consiguió ayer, domingo, en el último suspiro, ante el Granada, la permanencia en Primera División, cerrando una campaña marcada por los asuntos extradeportivos a nivel institucional y por la irregularidad en el aspecto deportivo.

David Ramiro

Madrid, 14 may.- El Rayo Vallecano consiguió ayer, domingo, en el último suspiro, ante el Granada, la permanencia en Primera División, cerrando una campaña marcada por los asuntos extradeportivos a nivel institucional y por la irregularidad en el aspecto deportivo.

El gol de Raúl Tamudo a los 92 minutos de partido frente al Granada dio la victoria al Rayo en el último encuentro de Liga, y la euforia se desató en las gradas de Vallecas, que terminaron despobladas por el asalto masivo de aficionados al césped del estadio.

Esa alegría certificaba que el sueño de la permanencia en Primera División continúa y que la viabilidad económica del club sufre un respiro, ya que en caso de descenso habría habido que refinanciar la deuda adquirida y disminuir considerablemente el presupuesto deportivo.

La agónica victoria ante el Granada y los tres puntos sumados culminan una temporada repleta de asuntos extradeportivos, la mayoría en clave económica, que durante la campaña han marcado la actualidad rayista.

Con nuevo presidente, Raúl Martín Presa, pero con el club en Ley Concursal y gestionado por los administradores concursales, el Rayo regresó a la máxima categoría ocho años después dispuesto a quedarse, con el capitán Míchel como único superviviente de aquel equipo que jugó en Primera anteriormente.

El proyecto deportivo dirigido por José Ramón Sandoval tuvo que lidiar a lo largo de estos meses con la denuncia que cinco jugadores (Movilla, Susaeta, Casado, Dani Giménez y Cobeño) pusieron al club a través de la AFE en diciembre, con la denuncia que la Administración Concursal interpuso al técnico madrileño en abril en referencia a unas cantidades económicas que se remontan a las dos últimas temporadas del equipo antes de lograr el ascenso, o con la también denuncia de los administradores a la plantilla del año pasado por unas primas aún no cobradas.

La buena marcha del equipo a mitad de temporada, con goleadas como la que endosó a Osasuna (6-0), no parecía albergar dudas sobre la permanencia, pero una racha de siete derrotas consecutivas, que coincidió con el periodo de lesión del mediocentro Javi Fuego, dejó al equipo con una agonía que no se liberó hasta la última jornada.

La salida en el mercado de invierno de jugadores importantes en el vestuario como Néstor Susaeta o Jordi Figueras se compensó con la llegada, junto al argentino Emiliano Armenteros, de los exatléticos Diego Costa, Joel Robles y Jorge Pulido, que revitalizaron al equipo durante sus primeros partidos como rayistas.

Los números del Rayo, resumidos en 13 victorias, 4 empates y 21 derrotas, repartidos en 53 goles anotados y 73 encajados, terminaron situando al Rayo como el equipo con más derrotas de la Liga, el sexto más goleador del campeonato, pero también el más goleado de la categoría.

Sandoval, artífice del ascenso a Primera la pasada campaña, se caracterizó desde el inicio por imprimir al equipo un estilo ofensivo de juego, que favoreció la irrupción como goleador de Michu, máximo realizador con 15 tantos. También destacó su apuesta y confianza por la cantera, llegando a hacer debutar a Rober, Aitor Núñez, Diego Benito, Lass, Diamanka y Perea.

Con una temporada calificada por Sandoval "de diez", en la que el Rayo no estuvo en ninguna de las 38 jornadas en descenso, el conjunto franjirrojo tocó el cielo en su último choque en Vallecas y consiguió el objetivo marcado de seguir una campaña más en Primera.

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