El Real Madrid corre peligro de cumplir el sueño de Guardiola

Con el Barcelona a cuatro puntos del Real Madrid, hasta Pep Guardiola, el entrenador azulgrana, tendrá que reconocer que hay Liga, por mucho que haya dicho por activa y por pasiva en las últimas semanas que era imposible remontar los 10 puntos de desventaja respecto al líder. Eso sí, la distancia todavía permite al equipo blanco no jugarse la vida en el Camp Nou dentro de tres jornadas como a él le gustaría… Salvo que vuelva a pinchar.

Tres empates del Real Madrid en sus últimos cinco partido de Liga han puesto el interés del campeonato por las nubes. Donde antes había un título decidido ahora hay cábalas y quinielas sobre lo que puede suceder en las últimas siete jornadas. Todos los ojos apuntan al partido entre azulgranas y blancos en el Camp Nou, pero casi más importantes son las dos jornadas anteriores, sobre todo para los de José Mourinho.

Llegar a Barcelona con cuatro puntos de ventaja minimizaría una derrota en el coliseo azulgrana, porque todavía le quedaría al conjunto blanco un punto por defender en las últimas cuatro jornadas en el peor de los horizontes. Muy poco después de haber tenido 10 más que su perseguidor, pero menos es nada. Por otro lado, un empate o una victoria daría la Liga al Real Madrid de forma moral y casi matemática. Defender cuatro o siete puntos parece fácil, aunque no con la actual irregularidad madridista, sin duda.

En cambio, si el Real Madrid pierde algún punto ante Atlético o Sporting, y el Barcelona vence a Getafe y Levante, saltarían las alarmas porque Cristiano Ronaldo y sus compañeros se jugarían el liderato en el Camp Nou, donde volverían al segundo puesto si cayeran derrotados. Ése es el escenario que sueña Guardiola, que varias veces se había lamentado en rueda de prensa de que el Real Madrid no iba a tener que jugarse la Liga en el campo rival como había hecho el Barcelona en los dos años anteriores, donde salió victorioso del Santiago Bernabéu.

Esta semana, el Real Madrid se enfrentará al Atlético en el Vicente Calderón el miércoles, y al colista, el Sporting, el sábado. Por su parte, el Barcelona se medirá al Getafe el martes y al Levante en Valencia el sábado. Un partido asequible y otro más difícil a domicilio para los dos equipos. Una semana clave porque, además, las semifinales de Champions volverán la próxima semana, justo antes del Clásico, para acabar complicar todo a los dos clubes, que no tendrán ningún respiro.