"El Sevilla FC desea expresar su firme voluntad de tomar las medidas necesarias para evitar que se repitan incidentes como éste y conseguir expulsar a los violentos e indeseables de su noble afición", ha asegurado el propio Sevilla mediante un comunicado en su página web.
Además, el club andaluz ha querido pedir "disculpas por lo sucedido" con unos aficionados que "vuelven a manchar la imagen del club". "Una vez más, los ultras del Sevilla FC han dejado mal parada la imagen del Club que dicen defender", declara.
"El club quiere pedir disculpas a la afición de Rota y todos los aficionados al fútbol en general por el comportamiento de este grupo de salvajes del que la Entidad se siente verdaderamente avergonzada", aseguró el Sevilla.
Los incidentes se dieron al término del partido amistoso contra la Unión Deportiva Roteña, en donde los ultras sevillistas provocaron una batalla campal en el mismo terreno de juego y los aledaños del campo, enfrentándose a aficionados locales. Al comienzo del partido, como ya hicieran en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, encendieron bengalas al borde del terreno de juego, pese a conocer su no permisibilidad en los estadios.
Además, el hecho de que fuera un partido de verano hizo que hubiera pocos efectivos tanto de la Policía Local como la Nacional, aunque afortunadamente se emplearon a fondo para tratar de frenarla. Ya durante el partido, el grupo de ultras estuvo a punto de saltar al terreno de juego en varias ocasiones.
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