El Soccer City vibra con el regreso de España y la victoria de Sudáfrica

  • La selección española regresó tres años después al Soccer City de Soweto (Johannesburgo) al son de las vuvuzelas y en medio de un ambiente festivo, que acabó en euforia con la victoria de Sudáfrica POR 1-0.

Marcel Gascón

Johannesburgo, 19 nov.- La selección española regresó tres años después al Soccer City de Soweto (Johannesburgo) al son de las vuvuzelas y en medio de un ambiente festivo, que acabó en euforia con la victoria de Sudáfrica POR 1-0.

Miles de aficionados, muchos de ellos españoles, volvieron al estadio que vio proclamarse a España campeona del mundo la noche del 11 de julio de 2010 dispuestos a compartir los recuerdos de aquel partido histórico, que además de coronar a "La Roja" puso el broche de oro al primer Mundial organizado en África.

"No pude venir entonces porque había pocas entradas y eran muy caras; por fin tendré la oportunidad de ver en directo a Casillas, Iniesta y Alonso", dijo a EFE a las puertas del estadio Moses Elewani, que, tras caer Sudáfrica en cuartos, apoyó a España en 2010 por su juego nítido y combinativo, que él llama "fútbol-alfombra".

En las gradas, el color amarillo de la elástica de los Bafana Bafana ("los chicos" en idioma zulú, y nombre con el que se conoce al combinado sudafricano) compartía protagonismo con el rojo de la camiseta de España.

A pie de campo, en uno de los laterales del estadio, se concentraba buena parte de la colonia española en Johannesburgo, para la que la Asociación Sudafricana de Fútbol (SAFA) había reservado unas cinco mil entradas agrupadas.

Banderas de España, pelucas del mismo color y hasta trajes de flamenca convivían allí con las coloridas enseñas sudafricanas.

Entregado al espectáculo y poco pendiente del resultado, el público festejaba casi por igual los ataques de los dos equipos.

El zumbido ensordecedor de las vuvuzelas volvió a atronar en el Soccer City -llamado ahora FNB Stadium, por el patrocinio de un banco local- como en los días del Mundial, cuando los hinchas sudafricanos dieron a conocer al mundo este instrumento inspirado en la tradición africana.

En uno de los fondos, siguiendo la costumbre local, un grupo de hinchas sudafricanos se mantenían activos bailando al ritmo de sus cánticos en zulú.

En algunos compases del partido, una parte de las tribunas del Soccer City se arrancó con el viejo himno minero "Shosholoza", que los sudafricanos cantan en buena parte de sus grandes acontecimientos colectivos.

El descanso sirvió para que el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, saltara al campo y posara junto al capitán español Íker Casillas y a la Copa del Mundo que "La Roja" conquistó en Sudáfrica.

Zuma, que entregó junto a Joseph Blatter el trofeo a Casillas después de la final en 2010, agradeció en una breve alocución la presencia de España en Sudáfrica y volvió a felicitar a los campeones del mundo.

El sector español de la grada se animó en la segunda parte en torno a Manolo el del Bombo, justo antes de que un gol de Bernard Parker adelantara a Sudáfrica y agitara la marea amarilla sobre un fondo de vuvuzelas en el Soccer City.

El tanto metió en el partido a la grada, donde, aprovechando el calor, seguían haciendo su negocio los vendedores de polos.

Antes del pitido final, el Soccer City tuvo ocasión de ovacionar al sustituido Andrés Iniesta, que un 11 de julio de 2010 marcó contra Holanda en la final del Mundial el gol más importante de la historia del fútbol español y la del estadio.

El encuentro acabó con una pequeña bronca inesperada, al enfrentarse junto a sus áreas técnicas el segundo entrenador español, Toni Grande, con el seleccionador sudafricano Gordon Igesund, que se oponía a que España realizara una sustitución más y diera entrada al portero Pepe Reina tras la lesión de Víctor Valdés.

Al término del partido, cientos de coches y autobuses llenaron la autopista de Soweto, el antiguo gueto negro de Johannesburgo, que fue, aquella noche fría del invierno austral, fue el centro del mundo y el orgullo de África.

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