José Antonio Pascual
Madrid, 11 ene.- El tridente ofensivo del Barcelona, Leo Messi-Neymar-Luis Suárez, se bastó, con ciertas dosis de fortuna, para calmar las aguas turbulentas que bajaban por el río azulgrana y darle una importante victoria en un choque vibrante frente al Atlético de Madrid (3-1), que cayó pero lo hizo de pie, mientras que el Sevilla ganó en Almería y entró en 'zona Champions'.
El partido que definió la pasada Liga y que acabó con el Atlético campeón se quedó en esta ocasión en casa tras ver la mejor versión del Barcelona de Luis Enrique, justo cuando más lo necesitaba después de un periodo tempestuoso en los despachos y en el 'entorno' del equipo, aunque la reacción del cuadro de Diego Simeone le hizo sufrir hasta que Messi sentenció al final.
Neymar, tras una 'asistencia' involuntaria de Suárez, abrió muy pronto la cuenta (m.12) para un Barcelona lanzado, que desarbolaba a un Atlético desconocido y que parecía sentenciar con el segundo tanto, obra del delantero uruguayo tras una magnífica asistencia de Messi, que en el inicio de la jugada controló el balón con el brazo.
El conjunto de Simeone había estado a merced de los azulgrana durante toda la primera mitad, pero en la segunda parte la historia fue bien distinta. El Atlético se recompuso, se pareció más a sí mismo, bajó la intensidad de la presión barcelonista al balón y un penalti muy protestado de Messi a Jesús Gámez, transformado por el croata Mario Mandzukic (m.57), reabrió el choque.
El día en el que Fernando Torres volvía a la Liga española (siete años y medio después de su anterior partido), el conjunto madrileño puso en un brete al Barcelona, compitió como no lo había hecho hasta entonces y dio la sensación de estar en disposición de incluso igualar, pero, a tres minutos del final, Messi, con fortuna, se hizo con un balón en el área y remató el partido.
Este resultado deja al Barcelona segundo en solitario, a un punto del Real Madrid (tiene un partido menos, ante el Sevilla, por el Mundial de Clubes), y al Atlético tercero a cuatro del líder, al que visitará el jueves en la vuelta de octavos de final de la Copa del Rey con una ventaja de 2-0.
El Sevilla aprovechó el tropiezo del sábado del Valencia en Vigo (1-1) y con su triunfo en Almería (0-2) se hizo con la cuarta plaza que otorga acceso a la Liga de Campeones.
Dos dianas en seis minutos de Vicente Iborra (m.57) y Coke Andújar (m.63) resolvieron el compromiso para el conjunto de Unai Emery, que frena la racha de dos victorias seguidas del cuadro local desde la llegada del técnico Juan Ignacio Martínez.
Sigue sin hacer un gran juego el cuadro sevillista, pero su solidez atrás le está reportando muchos resultados. Acumula cuatro partidos seguidos sin encajar gol alguno y ha logrado trece de quince puntos posibles desde que sufrió su última derrota el 22 de noviembre en el Camp Nou.
El Athletic parece empeñado en complicarse la existencia. Volvió a caer en San Mamés ante un colista, en este caso el Elche (1-2), que ganó por primera vez en su historia en Bilbao y en el País vasco en la máxima categoría.
Víctor Rodríguez, en una acción polémica en la que se llevó el balón con una mano (el jugador aseguró que fue una acción involuntaria), adelantó al equipo de Fran Escribá poco después del cuarto de hora.
El francés Fayçal Fajr (m.53) amplió la ventaja del equipo ilicitano y el Athletic tan solo fue capaz de acortar distancias por medio de Mikel San José (m.73). Todas sus intentonas chocaron con el muro visitante.
Por lo tanto, el Athletic acumula cinco partidos sin ganar y el Elche pone fin a una racha de siete encuentros sin vencer y abandona el farolillo rojo, aunque empatado con el Granada, que empató con la Real Sociedad (1-1) y el Córdoba, que visitará mañana al Rayo Vallecano en el último partido de la decimoctava jornada.
El cuadro donostiarra desaprovechó una magnífica oportunidad para dejar de ser el único equipo que no ha ganado como visitante esta temporada, ya que desaprovechó el haberse adelantado con un penalti sobre Sergio Canales que transformó el mexicano Carlos Vela (m.37).
Otra pena máxima, involuntaria, cometida por Rubén Pardo permitió a Fran Rico firmar las tablas (m.79) y dar algo de luz al conjunto de Joaquín Caparrós, que salvó un punto pero no pudo acabar con su nefasta racha que ya se extiende a catorce choques de Liga sin ganar.
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