El Valencia recupera su esencia durante los primeros 90 minutos de la Liga

  • El Valencia recuperó su esencia histórica durante los primeros noventa minutos de la Liga 2012-2013, en el partido que empató a uno ante el campeón Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu, tras cuatro años de juego tan alegre como poco intenso de la mano del anterior técnico, Unai Emery.

Alfonso Gil

Valencia, 19 ago.- El Valencia recuperó su esencia histórica durante los primeros noventa minutos de la Liga 2012-2013, en el partido que empató a uno ante el campeón Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu, tras cuatro años de juego tan alegre como poco intenso de la mano del anterior técnico, Unai Emery.

El nuevo entrenador del Valencia, el argentino Mauricio Pellegrino, planteó un partido que hizo recordar mucho más al Valencia de Rafa Benítez, Héctor Cúper o Claudio Ranieri, que al de Emery, quien ha estado en el banquillo del equipo los últimos cuatro años, en los que logró tres terceros puestos, aunque sin convencer con su fútbol.

En la esencia del Valencia está la solidez defensiva, el fútbol de bloque en el que las estrellas brillan lo justo, la consistencia en el centro del campo y el aprovechamiento de las no demasiadas ocasiones que el equipo genera.

El Valencia de Emery, con todo, dio algunas satisfacciones a su afición, sobre todo a partir de los resultados. Suyo es el mérito de haber convertido al equipo en el tercero del fútbol español, pero también suyo es el demérito de que el equipo no sacara adelante partidos que exigían algo más que buen fútbol.

Pellegrino, aunque sólo en noventa minutos, hizo recordar un estilo olvidado entre la afición, basado en la lucha, la intensidad y la constancia, que le permitieron sumar, pese al sufrimiento, alguna acción afortunada y algún momento de zozobra, un punto ante el campeón.

El equipo se armó bien atrás, presionó, tuvo más el balón en el primer tiempo que en el segundo y los cambios respondieron a objetivos concretos.

Una de las claves estuvo en el guardameta brasileño Diego Alves, que lo paró todo y que antes de recibir el gol realizó dos intervenciones magistrales en los remates previos de Gonzalo Higuían. No pudo con el tercero.

Los recién fichados demostraron mucho oficio: el portugués Joao Pereira en el lateral derecho, el argentino y ex madridista Fernando Gago en la contención, el mexicano Andrés Guardado en la banda, mientras le duró el físico, así como el paraguayo Nelson Valdez en los diez minutos finales.

Faltas tácticas, con un Pablo Piatti desconocido, y acciones de estrategia que funcionaron como la falta lanzada por Tino Costa que permitió que Jonas Gonçalves marcara en el Bernabéu donde el Valencia no lo había hecho en los cuatro años anteriores.

El 1-1 de este encuentro nada tiene que ver con la primera visita del Valencia con el anterior técnico en el verano de 2008, cuando su falta de consistencia permitió que el Real Madrid se hiciera con la Supercopa de Europa en la segunda parte de un partido que tenía prácticamente perdido y en el que jugaba con nueve futbolistas.

A partir de ahora se abren varias incógnitas en torno al Valencia. La primera de ellas es la de si va a ser capaz de convertirse en alternativa a Real Madrid y Barcelona en este campeonato.

La segunda será la de si esta forma de jugar se va a mantener y va a ser la más adecuada para enfrentarse en casa a los equipos que traten en Mestalla de hacer lo que el Valencia hizo en el Santiago Bernabeu.

Además, también deberá tener claro qué es lo que tiene que cambiar para que el gol anulado a Roberto Soldado suba al marcador. O será necesario que el jugador arranque un poco más atrás, si es que estaba en fuera de juego, o que el juez de línea afine, si es que no lo estaba.

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