El valioso legado de Graham Henry en los Pumas

  • "Graham Henry y Daniel Hourcade son los responsables de todo esto". La frase es de Germán Fernández, entrenador de destrezas en la selección argentina de rugby. Y los señala como grandes arquitectos del cambio experimentado por los Pumas en los últimos años.

Henry, campeón del mundo como entrenador de Nueva Zelanda en 2011 y asesor de la selección argentina de rugby en 2012 y 2013, dejó un gran legado. Y los miembros del equipo técnico de los Pumas, reconocen su influencia.

Argentina, que históricamente destacó por su defensa, cambió de cara en el Mundial de Inglaterra-2015, mostrando su gusto por el ataque. Y Henry ayudó a corregir detalles.

"Nos ayudó a darnos cuenta que nuestro problema estaba en lo simple, en lo más fácil, lo que debería haber sido elemental. Si vos no pasás bien la pelota, no hay sistema que funcione. Cuando la acción individual no es buena no hay nada que funcione. No es una receta mágica", explica el seleccionador argentino, Daniel Hourcade.

"No éramos capaces de tener rucks en menos de tres segundos, pases sobre la cara de la defensa. La velocidad que se está buscando se logra entrenando. Lo que hicimos con Graham fue bajar el nivel de información del jugador. Quedarnos con 4 o 5 armas y ser los más eficientes posibles", añade.

"A partir de él trabajamos hacer las cosas bien, en lo básico", explica el técnico de los Pumas.

Graham Henry vio un gran potencial en el ataque de los Pumas, pero se dio cuenta de que no se sacaba partido a eso.

"Cada ataque de los Pumas tiene una alta posibilidad de try". Raúl Pérez, ayudante principal de Hourcade en los Pumas, se hace eco de una de las primeras frases de Henry en su trabajo en Argentina.

El técnico neozelandés vio que los Pumas, con todos los ingredientes para hacer daño en ataque, no eran prácticos.

"Tras ver los primeros entrenamientos, lo primero que dijo fue: los jugadores argentinos todo el tiempo llevan la pelota en la mano. Algo extraño para él, y lo segundo es que todo el tiempo el equipo estaba preocupado por armar un plan de juego, por armar una coreografía y no corríamos para adelante", explica Germán Fernández.

"Cuando nos dijo eso, era evidente. Habíamos armado una buena estructura, pero debíamos armarla para generar cosas, que antes no las generábamos. Nos enseñó que lo que había que entrenar es hacer tries", añade Fernández, cuyo puesto de entrenador de destrezas fue creado tras los consejos de Henry.

"Henry nos hizo volver a lo simple y una vez que tienes lo simple puedes desarrollar lo complicado", explica Fernández.

Para el entrenador de destrezas, la labor de Henry encontró el mejor aliado en Hourcade.

"Está Graham y está el Huevo (apodo de Hourcade), que generó un cambio de paradigma en el ataque. No por lo estructural, sino por la intención de ataque constante. Los Pumas siempre tuvieron una gran agresividad en defensa. Para poder generar más ataque había que invertir más tiempo en él y se bajó un poco en la defensa. La combinación de volver a lo simple con Graham y la locura por el ataque que generó el Huevo, son las dos cosas que hicieron que hoy el equipo esté así. Son ellos los responsables de todo esto", indica Fernández.

"Graham no conocía prácticamente los nombres de nuestros jugadores y eso que jugamos contra él, como seleccionador de Nueva Zelanda, en cuartos del Mundial de 2011. Nos dijo que en aquel partido solo quería controlar el maul y el scrum de Argentina, porque sabía que nuestros backs no les iban a hacer daño nunca. Ese diagnóstico cambió", explica Fernández.

Los jugadores también son conscientes de la importancia de Henry.

"La idea de tener estructuras más simples, pero más agresivas con la mente en el ataque, la inició Henry. Y las continuó y las acentuó muchísimo Hourcade", afirma el pilar Marcos Ayerza.

Si Argentina sube al podio en el Mundial, alguien debería guardarle una medalla a Henry.

psr/jt

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