El Valladolid y el recato de los modestos

  • El Valladolid denota que quiere "soltar" la bandera del recato que caracteriza a los modestos, cuesta encontrar una noticia en la que el club levante la voz contra arbitrajes o situaciones que a veces perjudican a los humildes pero en las últimas semanas busca "hacerse respetar" y girar los focos. Sólo eso.

José Anselmo Moreno

Valladolid, 10 abr.- El Valladolid denota que quiere "soltar" la bandera del recato que caracteriza a los modestos, cuesta encontrar una noticia en la que el club levante la voz contra arbitrajes o situaciones que a veces perjudican a los humildes pero en las últimas semanas busca "hacerse respetar" y girar los focos. Sólo eso.

Hay que recordar que lo sucedido el domingo en Valencia es algo nunca visto en el fútbol. El árbitro permitió que el jugador del Valencia Joao Pereira sacase de banda después de haber señalado que era el Real Valladolid el que debía poner el balón en juego.

Tras este saque de banda, el Valencia, en el minuto 93 de partido, logró el gol de Jonás Gonçalves que transformaba el empate a uno en una victoria local (2-1).

El presidente, Carlos Suárez, dijo ayer a Efe que el recurso contra lo sucedido en Valencia tiene "suficiente base jurídica" para prosperar aunque no confía demasiado en ello.

En definitiva, y por extraño que parezca, no cree mucho en lo que ha hecho, pero sí busca al menos hacer ruido y que se respete a un club que sufre todos los fines de semana para "arañar" cada punto. Y los 35 que atesora aún no le bastan.

Algo parecido sucedió la semana pasada con el caso del alemán Patrick Ebert. El jugador se reunió con el director deportivo del Atlético de Madrid, José Luis Pérez Caminero, y el Valladolid también alzó la voz para decir que eso está prohibido. Difícilmente Suárez va a denunciar el caso ante la FIFA pero sí hizo oficial una nota muy dura recordando la reglamentación al respecto.

El club se queja de la escasa repercusión que tienen estas cosas cuando afectan a un modesto. Lo del jugador del Valencia se califica de "pillería" en algunos círculos, igual que aquel silbido del blanquivioleta Harold Lozano en el Bernabéu cuando los jugadores del Madrid interpretaron que había pitado el árbitro, pero la diferencia es que aquello tuvo un notable eco mediático y lo de Valencia no tanto de no haber mediado el recurso de este martes.

Y es que el Real Valladolid presentó ayer ante el Comité de Competición de la Liga un escrito de alegaciones solicitando que se anule el último minuto del partido ante el Valencia disputado el pasado domingo en Mestalla.

La entidad blanquivioleta considera que ese último minuto de juego tiene origen en una conducta muy grave "contraria al buen orden deportivo" cometida por el colegiado Hernández Hernández al permitir un saque de banda ilegal.

Hasta el alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, ha aprobado la alegación del Real Valladolid para que se repita el último minuto del partido ante el Valencia, ya que, aunque también ha dudado de que "tenga solución", ha considerado que sirve para que "no" se piensen que los del Valladolid son "tontos".

También los jugadores se han pronunciado y al margen de Balenziaga y Óscar, los implicados en la jugada, el capitán del Real Valladolid, Javier Baraja, ha asegurado tras el último entrenamiento que el error del colegiado "no tiene justificación".

"He sufrido muchos errores arbitrales, pero un error de este calibre en un árbitro profesional no lo he visto ni en España ni en Europa", ha manifestado Baraja.

"Si el club ejerce la opción de poder reclamarlo es porque estamos dentro de la ley. Luego decidirán lo que decidan, pero lo que está claro es que los comités nunca nos han favorecido", ha precisado Baraja.

El la misma línea se expresó ayer a Efe el presidente, Carlos Suárez. "Los árbitros unas veces te benefician y otras te perjudican, pero esto es muy distinto, no es un error de apreciación y si a nosotros nos faltara un punto para salvarnos el daño para mi club sería irreparable", precisó.

El máximo dirigente de la entidad reconoció: "la situación es novedosa pero hay base jurídica suficiente y aunque seamos un equipo pequeño se tendría que tener en cuenta nuestra alegación, otra cosa es lo que suceda", subrayó.

Así las cosas, una jugada sin precedentes en el fútbol profesional está rescatando esta semana al Real Valladolid de la trivialidad y de la modestia. Al margen de la decisión del comité, el club ha hecho ruido, se ha significado y ha alzado al voz. Ya es algo.

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