Moscú, 24 nov.- El club ruso Zenit anunció hoy que impedirá la entrada al estadio Petrovski, de San Peters, a los once aficionados que encendieron anoche bengalas durante el partido de Liga de Campeones ante el Apoel chipriota.
Esos once seguidores serán privados de sus abonos hasta el fin de la temporada en mayo próximo, informó un portavoz del club a la agencia Interfax.
Según la policía de la antigua capital imperial, se han incoado procesos administrativos contra 15 personas por vandalismo o violación de las medidas de seguridad contraincendios.
El árbitro del partido, el alemán Feliz Brych, de la Liga de Campeones entre rusos y chipriotas tuvo que interrumpir el juego en dos ocasiones debido a la cortina de humo que se cernió sobre el césped y que dificultaba la visibilidad, no sólo del público, sino también de los jugadores.
Brych suspendió el partido durante cuatro minutos a partir del minuto 36 de la primera parte y otros diez a partir del minuto 55 de la segunda mitad, tras lo que se reanudó definitivamente el encuentro.
En esa segunda ocasión, el árbitro incluso instó a los jugadores de ambos equipos que abandonaran el terreno de juego, pero los jugadores del Zenit optaron por acercarse a las gradas, junto a su entrenador, el italiano Luciano Spalletti, para calmar a los aficionados más radicales.
El club, que es el líder de la liga rusa, emitió hoy un comunicado en el que tachó de "inaceptable" el comportamiento de algunos aficionados.
"Las acciones de algunos hinchas influyó negativamente en la marcha del partido y pueden conllevar fuertes sanciones disciplinarias e incluso la derrota técnica", reza la nota.
Mientras, varios de los jugadores de Zenit arremetieron contra los aficionados, conocidos por ser los más fieles de la liga rusa, pero también los más radicales y racistas del país.
Según la prensa rusa e internacional, el Zenit podría ser sancionado duramente por la UEFA, que entre otras opciones, podría obligar al Zenit a disputar varios partidos de las competiciones europeas lejos de su estadio.
"Son unos auténticos idiotas", aseguró el centrocampista ruso Román Shirókov al término del partido, mientras el portero, Malaféev, aseguró que los incidentes con las bengalas le costaron al equipo la victoria.
El Zenit podía haberse clasificado directamente para los octavos de final por vez primera en su historia de haber ganado anoche al modesto Apoel, pero la falta de puntería y el acierto del portero visitante, el español Urko Pardo, condenaron a los rusos (0-0).
El empate sin goles certificó la clasificación histórica del Apoel, mientras el Zenit tendrá que jugarse el todo por el todo en la última jornada de la competición en casa del Oporto, al que le lleva un punto.
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