Embrunman 2012: un triatlón sólo para los muy valientes

  • Es el triatlón más duro del mundo: lo más temido de su prueba es la ascensión del temible puerto de montaña Col de l'Isoard. La localidad de Embrun, Alpes franceses, acogió el 15 de agosto pasado la 29 edición del Embrunman. El primer puesto fue para un español, el triatleta Marcel Zamora.

Las mejores fotos del triatlón de Embrun
Las mejores fotos del triatlón de Embrun
Lucía Martín
Lucía Martín

En el Himalaya hay montañas sagradas a las que los montañeros no tienen acceso. Colosos tan altos que casi rozan el cielo, quizás sea esa la explicación del apelativo sagrado. Ese carácter sacro se nota también en el Col de l'Isoard, puerto de montaña de Embrun al que se conoce como puerto lunar debido a su escasa vegetación y que es una de las pruebas de fuego en el que es considerado uno de los triatlones más duros del mundo, el Embrunman.Calentaba un sol de justicia el 15 de agosto pasado en Embrun, localidad situada en los Alpes franceses, pero eso no impedía que el público jaleara a los deportistas: "Allez, courage, c'est bien" era la frase más repetida, acompañada del nombre del triatleta que se obtenía del periódico que la organización había repartido entre los asistentes.Daba igual que fuese de madrugada, las tres de la tarde o las diez de la noche, el público estaba ahí... Desde luego, ánimo hacía falta, no sólo por el terrible calor que hizo ese día (de 35 a 37 grados) sino por la dureza de la prueba, no en vano es considerado el triatlón más duro del mundo: 3,8 kilómetros de natación, 188 de bicicleta (equivalente a una etapa Reina del Tour de Francia) y una maratón.Los españoles son los reyes de la pruebaSemejantes cifras no echan para atrás a atletas llegados del mundo entero: Gran Bretaña, Bélgica, Colombia, Australia y por supuesto, España, de donde venían más de 40 atletas de un total de 1.058 inscritos en la larga distancia. De hecho, el primer puesto se lo adjudicó un deportista español ya conocido en el Embrunman, el catalán Marcel Zamora. El segundo puesto fue también para otro español, Víctor del Corral.Pero, ¿en qué consiste esta competición que lleva el cuerpo al límite?Embrunman empezó a organizarse en 1984, aunque con unas cifras más modestas. En aquél entonces los deportistas tenían que realizar 750 metros nadando en el lago de la localidad, 30 kilómetros en bici y 10 corriendo. En la actualidad hay dos pruebas, la de larga distancia (3,8 kilómetros de natación, 188 de bicicleta) y la maratón y otra de corta distancia (1,5 kilómetros de natación, 42 de bicicleta y 10 kilómetros de carrera). Desde días antes de la competición, el pequeño pueblo y sus alrededores son tomados por cientos de deportistas acompañados de sus familias. Deportistas y simples amateurs: padres y madres de familia que desean ponerse a prueba y ver si son capaces de llegar hasta el final.La competición empieza de madrugadaSon las cuatro y pico de la mañana, aún de noche, y los atletas van llegando al lago, donde se desarrollará la prueba de natación que debuta a las 6 de la mañana (diez minutos antes para las chicas). No están solos: el público también va llegando y, literalmente, se mete en el agua para ver la entrada de los nadadores, uno de los momentos más emocionantes de la competición. Los más de mil atletas se aglutinan en escasos metros para zambullirse cuando suena la señal: cada segundo cuenta porque después hay que cambiar el neopreno por el maillot ciclista y emprender la ascensión del temible col de l'Isoard.El triatleta español Santiago Ferrada recorrió los kilómetros a nado en 51 minutos y salió rumbo a la montaña en el puesto 12: No está nada mal."Nunca me enfrenté a una prueba tan dura. Para mí la meta no es llegar a la línea de meta. Sólo cruzarla para salir con la bici es ya una meta en sí", comenta. El vasco Vicente Igarzabal lleva tres días en Embrun y ésta no es su primera vez: "Llevo ya siete triatlones, pero éste es el mejor, la bici es muy dura y la salida del agua también porque hay muchos golpes", comenta.Tras la bici llega la maratón, si es que quedan fuerzas: "Los abandonos (un 20% de media) varían de año en año: hace dos ediciones la montaña seguía nevada y tuvimos 120 abandonos en la bajada. Este año el calor jugará malas pasadas y quizás los tengamos en la maratón", comenta Gérald Iacono, organizador del evento.El triatleta catalán Marcel Zamora, asiduo de la prueba, se hizo con el primer puesto. Le bastaron 9 horas, 39 minutos y 21 segundos para conseguirlo. El segundo en subir al pódium será Víctor del Corral. "Embrum es una prueba de resistencia, de mucha cabeza. Aunque estés muy entrenado pasarás momentos muy difíciles", explica Zamora quien se entrena a conciencia para la competición: "En los dos meses anteriores suelo hacer de 500 a 700 kilómetros a la semana en bici, unos 15-20 nadando y unos 60 corriendo".El apoyo de la gente es fundamentalSi los aplausos son numerosos para los ganadores, más intensos lo son, si cabe, para aquellos a quienes no les importa el tiempo que emplearán pero cuyo objetivo es llegar. A las 22 horas seguían llegando a la línea de meta: muchos, algunos con una forma física envidiable, hacen el último esfuerzo y caen rendidos nada más cruzar la meta. Allí estaban los servicios de urgencia para encargarse de ellos (hasta las 20 horas hubo un total de 120 intervenciones). Ferrada llegaba sobre esa hora, exhausto pero contento. Al igual que la ucraniana Yavgeniya Klimova cuya sonrisa no se habrá ido de su rostro en ningún momento de la competición. Porque se llama Embrunman pero las chicas también están presentes.

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