España 1-5 Holanda: varapalo mundial

    • A la selección se le atragantó la red de jugadores que tejió Van Gaal en el centro del campo y sufrió una goleada al contraataque.
    • Robben y Van Perdie se dieron un festín ante la débil defensa de España.
Ulises Sánchez Flor

España debuta en el Mundial de Brasil como en Johannesburgo. En Sudáfrica empezó perdiendo contra Suiza y acabó levantando la Copa del Mundo. Pero este inicio no es como aquel ante los suizos. Holanda se ha tomado su venganza con un severo correctivo y una goleada de la que tiene que recuperarse pronto para defender esa estrella que llevan en el pecho. Robben y Van Persie destrozaron y despedazaron a los campeones del mundo. Irreconocible la imagen de los de Del Bosque.

A España se le atragantó la red de jugadores que tejió Van Gaal en el centro del campo. La acumulación de holandeses por el medio, con una defensa adelantada, obligó a retrasar reiteradamente el balón para empezar las jugadas con Ramos, Piqué, Alba y Busquets. Holanda achicó el campo, con la disciplina de Robben, Sneijder y Van Persie trabajando en ese tapón del que no salía el juego de los de Del Bosque. La velocidad del balón fue lenta, previsible y costó progresar hacia delante e hilvanar jugadas. Para hacerlo llegar arriba había que jugar en largo con Diego Costa.

El primer avisó lo dieron los de Van Gaal en el minuto siete. De ese orden en el centro del campo sacó provecho en un mal pase hacia atrás de Jordi Alba que interceptó Robben y prolongó el balón hacia Sneijder. Se coló entre Ramos y Piqué, les cogió la suficiente ventaja para plantarse ante Casillas y aparecieron los fantasmas de Johannesburgo. Casillas aguantó, no se venció en el amago y, en esta ocasión, sacio su mano derecha para desviar un balón claro de gol. Otra acción milagrosa de Iker.

La respuesta la dio Iniesta, que se decidió a irse arriba ante la falta de verticalidad el juego y, desde fuera del área, disparo por encima de la portería holandesa. El previsible y lento juego de España también se debió al agotamiento físico debido a la humedad y calor que hacía en Salvador de Bahía. Holanda no se vio exigida, se sintió cómoda con esa defensa que estrechó el campo y redujo espacios. Cuando uno de los talentosos futbolistas españoles se giraba para meter una velocidad mayor al ataque era derribado. Y así vio la tarjeta amarilla De Guzmán cuando le pegó una patada a Iniesta.

España no perdió la paciencia y siguió tocando hacia atrás para dar impulsos hacia delante y así conectaron Silva e Xavi, en el minuto 26, para superar el bosque holandés. Xavi filtró el balón a Diego Costa que, con espacios, se metió al área, recortó a De Vrij y cayo al suelo. Costa tiró de picardía y se dejó caer. El árbitro italiano, Rizzoli, señaló el punto de penalti sin dudarlo. Otra acción polémica como el penalti que forzó Fred en el debut de Brasil. No lo falló Xabi Alonso pese a que el portero holandés se lo adivinó y rozó la pelota. Respiró España con esa ventaja y mejoró el juego con un Silva e Iniesta más sueltos y escurridizos. En el minuto 42 se asociaron, conectaron y un pase en profundidad de Andrés dejó solo y en carrera a Silva ante Cillessen. El canario elevó el balón y el portero intuyó el golpeo. Se lo sacó con las dos manos.

Del posible 2-0 se pasó al 1-1. En el minuto 43, los holandeses fabricaron una espectacular jugadade gol. Blind, casi desde el centro del campo y por el costado derecho, lanzó un balón largo a la frontal del área y apareció Van Persie para elevarlo de cabeza por encima de Casillas. Ramos no llegó al marcaje de Van Persie.

Empatar al filo del descanso significó un subidón para Holanda. La segunda parte salieron más decididos y seguros. Se hicieron con el balón . Otra vez Blind, en el minuto 53, lanzó un balón largo hacia Robben para que culminara su venganza. Su control fue magistral, le sirvió para romper a Ramos y Piqué, muy mal colocados, y fulminó a Casillas para poner el 1-2. Fue un palo. Robben se creció, se subió a su moto y empezó a crear peligro por todo el frente del ataque. No había manera de detenerle. Le dio un balón a Van Persie que estrelló en el larguero. En el peor momento de España, la solución de Del Bosque fue hacer un doble cambio. Torres y Pedro por Costa y Xabi Alonso. España se quedó sin doble pivote. Solo con Busquets. Había que arriesgar. No valió de nada porque en el minuto 63 fue el árbitro el que perjudicó a España. Sneijder colgó un balón al segundo palo, Van Persie cargó a Casillas en el área pequeña y De Vrij se aprovechó para rematar de cabeza y poner el 1-3. Rizzoli no quiso ver la falta a Iker.

Con más de veinte minutos por delante llegó el arreón de España, con orgullo y balones largo. Pero sin ideas ni fuerzas. A Silva le anularon un gol en claro fuera se juego. El partido se rompió y llegaron ocasiones por ambos equipos. Iker sacó otro balón de gol a Van Persie. Los nervios y la desesperación se adueñaron de los de Del Bosque. Iker falló por su precipitación en una acción en la que Van Persie le robó el balón para firmar el cuarto con la portería vacía. Ramos cedió la pelota atrás y a Casillas se le fue larga en el control. Van Persie no perdonó. España estaba desquiciada y Robben, sediento de venganza, machacó a Iker con el quinto en una jugada de contraataque.

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