España se complica pero acaba barriendo a Argentina

  • Tras una primera parte brillante en la que España se fue veinticinco puntos arriba, la Coruña asistió a una milagrosa recuperación de una Argentina correosa y muy experimentada que, con una zona, se vino arriba y se reencganchó al partido. Al final acabó nadando para morir en la orilla porque la ÑBA no desperdició el trabajo hecho y acabó venciendo por 105-85.

Ibaka tapona a Ginobili
Ibaka tapona a Ginobili
lainformacion.com
Manu Albarrán

En el día en que Pau Gasol fue nombrado oficialmente abanderado español en los Juegos de Londres, España jugó su mejor partido de toda la Gira Ñ 2012. Pareció que sus compañeros querían rendirle un homenaje sobre el parqué de un pabellón Olímpico de la Coruña que se llenó hasta la bandera. El 105-85 final demuestra que cuando esta selección se pone a jugar sólo hay un equipo que la pueda hacer frente. El resto quedan un peldaño por debajo, por mucho que se empeñen.

De color de rojo

Ante la importancia de la prueba, España se puso las pilas desde el primer segundo. Pau ganó el salto inicial y, a partir de ahí, el partido sólo tuvo un color: el rojo. Como es habitual, Gasol fue le primero en recibir balones y, por ende, en anotar. La pareja Felipe-Pau se empieza a consolidar cuando Marc falla. Pau se encargaba de anotar y Felipe de incomodar a Scola.

Mientras, en el otro campo, los argentinos mostraron una cara desconocida y preocupante a una semana de la cita olímpica. Sus ataques eran muy previsibles y, si no acababan siendo pérdidas, se conseguían tiros en malas posiciones. Sólo destellos de calidad individual de los cracks iban salvando los muebles.

Los de fuera se suman a la fiesta

Además de esa intensidad defensiva, otro factor clave fue la aportación exterior. Por primera vez en la gira tanto los interiores como los exteriores anotaban fácilmente. Rudy y Navarro fueron amenazas constantes desde el triple. Calderón, que leyó muy bien que a un ritmo alto el partido le venía mejor a España, se jugó (y anotó) sus típicos tiros.

Esto, que tan fácil parece y tan difícil es de llevar a cabo, fue lo que hizo España durante muchos minutos con Argentina. Ni la baja de Marc ni la de Sergio Rodríguez (a quien un partido tan eléctrico le hubiera venido como anillo al dedo) se echaron en falta. En diez minutos la ventaja era de veinte puntos (33-13) y al descanso de veinticinco (61-36)

Navarro ha vuelto

Más allá del excelente nivel mostrado ante un rival de entidad, una de las mejores noticias del partido es la vuetla de Juan Carlos Navarro. Su fascitis le había impedido jugar a su mejor nivel. Parece que el escolta de la selección, que ya jugó mucho ante Australia, ha vuelto a rendir a un nivel similar al que nos tiene acostumbrados.

La casta argentina

Si al descanso todo apuntaba a una paliza histórica, al volver de vestuarios, Argentina se puso el mono de trabajo para salvar el orgullo. Una defensa zonal y más calma en el ataque fueron las recetas aplicadas para, poco a poco, ir minando la confiazan española e ir acercándose en el marcador.

Con Scola, Delfino y Ginobili sumando en ataque, bien fuera después de jugadas colectivas, bien fuera tras acciones individuales, lo cierto es que los balones argentinos empezaban a entrar. Así, los albicelestes vencieron el tercer parcial y llegaron al último con le objetivo de intentar el milagro.

Pese a la reacción del rival, Scariolo no varió ni un ápice su plan. Con Argentina cada vez más cerca, siguió confiando en la segunda unidad, que era a la que le tocaba el turno de jugar. También ayudó el hecho de que Pau estuviera cargado de faltas y que Ibaka fuera expulsado por doble antideportiva.

Pese a todo, la intensidad de Felipe bajo aros (con su imán para atrapar rebotes), la fortaleza de Llull, el coraje de Claver y la maestría en la dirección de Calderón, España acabó rematando (105-85) un partido que se le complicó pero en el que dejó veinte minutos de auténtico baloncesto. Si juega así en Londres, esta selección nos dará muchas alegrías.

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