Estrella Burgos, la veterana esperanza del tenis dominicano

  • El dominicano Víctor Estrella Burgos disputó hoy a sus 33 años en Roland Garros su primer partido en un Grand Slam, encuentro que, pese a la derrota, le dejó una sonrisa de satisfacción dibujada en la cara.

Jorge Martínez

París, 25 may.- El dominicano Víctor Estrella Burgos disputó hoy a sus 33 años en Roland Garros su primer partido en un Grand Slam, encuentro que, pese a la derrota, le dejó una sonrisa de satisfacción dibujada en la cara.

"No me arrugo. Soy optimista por naturaleza", explicó en rueda de prensa después de que el polaco Jerzy Janowicz le venciese por 6-1, 6-4, 7-6(6) y 6-4.

"Empezó muy fuerte, no pude tocar en la bola en todo el primer set", explicó Burgos, que a pesar de la contundencia del marcador en la primera manga siempre confió en la victoria.

"Da igual que juegue contra Federer o Nadal, yo siempre pienso que voy a ganar", sentenció.

Sobre esa "actitud positiva", apuntó, ha construido una carrera atípica que ahora, a la edad en la que muchos profesionales comienzan a pensar en la retirada, le lleva a competir en los mejores escenarios del circuito.

"Tengo hambre. Con 20 años no veía el tenis como una profesión. Entonces jamás pensé que podría jugar en Roland Garros o en Wimbeldon pero ahora me siento fuerte, estoy en el mejor momento de mi carrera", subrayó.

Profesional desde 2006, cuando contaba 26 años, no fue hasta hace un par de temporadas que la trayectoria del dominicano, admirador del suizo Roger Federer, tomó vuelo.

"Hasta entonces me mantenía entre los 200 primeros del mundo, sin subir ni bajar, sin nada que diese el empujón definitivo", apuntó.

La lesión de codo que sufrió en 2012 tras una eliminatoria de Copa Davis ante México fue el punto de inflexión. "Pasé ochos meses parado, incluso pensé en la retirada, pero volví más entero, más maduro, más dispuesto. Con más ganas", recuerda.

Desde entonces su juego ganó en empaque y se fue haciendo más agresivo y completo hasta desembocar en una cadena de victorias que hoy le trajo a Roland Garros y en dos semanas le llevará a Wimbledon, torneo para el que ya está clasificado.

"Desde el año pasado sentía que lo podía lograr", apuntó Burgos, primer jugador en la historia de su país en figurar entre los mejores 100 tenistas del mundo.

Entrenador profesional de tenis desde 1998 hasta 2006, labor que en ese periodo solo interrumpía para jugar eliminatorias de Copa Davis con su país, Estrella Burgos (Santiago, 1980) empieza ahora a ganar dinero como jugador profesional.

"Es la primera vez que participo patrocinado en un campeonato", dijo, mientras mostraba a los periodistas el logotipo de la cadena hotelera que le patrocina, "y la primera vez que consigo ahorrar dinero".

El tenista, que viaja sin entrenador para economizar gastos, admitió que su máximo deseo es terminar la gira entre los 100 primeros del mundo y conseguir la clasificación para el Abierto de Australia.

Algo, dijo, que jamás se le pasó por la cabeza cuando con ocho años su padre le buscó trabajo como recogepelotas en uno de los clubes de tenis de su ciudad, del que ahora es miembro honorífico.

"Lo hizo para mantenerme ocupado, porque entonces siempre estaba peleándome con mis hermanos, era hiperactivo", recordó entre risas el tenista.

"Enseguida me sentí cómodo con la raqueta y empecé a entrenar diariamente, hasta hoy", dijo.

Su éxito ha levantado cierto interés por este deporte en República Dominica, "donde casi nadie lo practica" y donde Burgos espera que cada vez se enganchen más jóvenes.

"Pero no solo en mi país, también en el todo el Caribe y América central", matizó.

En ese sentido, Burgos indicó que una de las primeras actividades que llevará a cabo en cuanto consiga reunir el dinero suficiente será montar una academia de tenis.

A punto de cumplir 34 años, el tenista, que deja "sin pena" París y que ya solo piensa en Londres, se definió como un caso a parte dentro del mundo del tenis. "Soy un caso especial", terminó.

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