Ética, dinero o política en el origen de inesperadas renuncias deportivas

  • Circunstancias tan diversas como el sentido del deber, la falta de dinero o las ataduras políticas han sido en los últimos días la causa de grandes renuncias deportivas, unas veces voluntarias, como la de Eric Abidal a ser el capitán de la selección francesa, y otras forzadas, como el adiós de Zaragoza a su sueño olímpico.

Natalia Arriaga

Madrid, 18 nov.- Circunstancias tan diversas como el sentido del deber, la falta de dinero o las ataduras políticas han sido en los últimos días la causa de grandes renuncias deportivas, unas veces voluntarias, como la de Eric Abidal a ser el capitán de la selección francesa, y otras forzadas, como el adiós de Zaragoza a su sueño olímpico.

El defensa del FC Barcelona ha protagonizado un gesto inusual al rechazar el brazalete de capitán de los 'bleus', receloso ante el papel de líder que ello implica.

El seleccionador francés, Laurent Blanc, reveló esta semana que Abidal le había dicho que ese rol "no pegaba con su carácter". Lo sabe por experiencia, porque ya fue capitán una vez en la época de Raymond Domenech, y no le gustó: "Contar conmigo para hacer de árbitro entre generaciones, para levantar la voz, darle relevos al entrenador, pedir que se cambie el esquema, la táctica... no, ese no soy yo", afirmó.

Las consideraciones éticas están también detrás de la marcha de la atleta Natalia Rodríguez del que era su club, el Gimnàstic de Tarragona. La mediofondista es concejal de Deportes de la ciudad, su ciudad, y, como tal, hubiera sido la responsable de asignarse a sí misma un patrocinio de 40.000 euros por competir con los colores de ese club.

"No es compatible, son fondos públicos", reconoció la medallista de bronce en 1.500 m. en los últimos Mundiales.

Iker Casillas, campeón de Europa y del mundo con la selección española de fútbol, se ha resignado a terminar su carrera sin cumplir uno de sus sueños: disputar unos Juegos Olímpicos.

Aunque España no suele hacer uso de la posibilidad de llevar a los Juegos a tres deportistas mayores de 23 años, Casillas ha descartado pedir que se haga con él una excepción.

"Está claro que me hubiese gustado estar en unos Juegos (...). Pero soy arcaico y tradicional. Pienso que los chavales que se han clasificado para los Juegos de Londres son los que tienen el derecho de estar en Londres para defender a España", ha manifestado.

En otra decisión poco habitual, el Comité Olímpico de Sudáfrica ha renunciado a las plazas directas conseguidas por sus selecciones de hockey para Londres -tanto en hombres como en mujeres en calidad de campeones continentales-, ante el temor de no acreditar suficiente nivel competitivo.

El equipo masculino disputará ahora el 'Champions Challenge', a partir del 26 de noviembre en Johannesburgo, con la 'obligación' de llegar a la final para que su Comité le considera apto para inscribirle en los Juegos. Lo contrario podría beneficiar a España, siguiente en el ránking mundial. En cuanto a las mujeres, deberán ganarse su plaza en un preolímpico y su plaza directa ha pasado a Argentina.

El Comité Sudafricano ya dio muestra de su determinación en 1999, también con el hockey implicado, al renunciar a la plaza de la selección masculina en los Juegos de Sydney 2000 porque el equipo no era racialmente representativo: 23 de sus 30 componentes eran blancos.

La ciudad de Zaragoza se embarcó hace dos años en la ambiciosa tarea de organizar una candidatura para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022. El gobierno aragonés, entonces en manos de Marcelino Iglesias, respaldaba el plan. Pero las elecciones autonómicas y municipales del pasado mayo supusieron el principio del fin del proyecto.

IU y CHA condicionaron su apoyo a la investidura de Alberto Belloch como alcalde de Zaragoza a que éste renunciase a destinar dinero público a la candidatura. El gobierno autonómico, que pasó del PSOE al PP, tampoco asumía el coste. Como resultado, la semana pasada se disolvió el Consorcio Olímpico Zaragoza-Pirineos. Barcelona se queda ahora sola como aspirante española a los Juegos de 2022.

La falta de dinero está detrás de la obligada renuncia de varios clubes españoles de voleibol a disputar la Superliga. El Playas de Benidorm acaba de renunciar a la femenina, que comienza este fin de semana, y hay más equipos en el alero. A la Superliga masculina renunció en septiembre el Portol mallorquín.

El déficit de los ayuntamientos y sus dificultades para financiar el deporte y, en coincidencia, el descenso de los ingresos de los patrocinadores forzará a estos clubes a centrar su trabajo en la cantera.

En Italia también saben cómo afecta la crisis al deporte: Catania ha renunciado a los Mundiales de natación en piscina corta de 2014, que ya tenía concedidos, ante la constatación de que los fondos prometidos por la región de Sicilia no iban a llegar nunca.

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