Nada que ver con aquel partido de 1974. Ni había tanto en juego (esto es fase de grupos) ni el ambiente ni mucho menos fue espectacular (no se llenó Celtic Park). Con esas dos cuestiones, el Atlético de Madrid quiso sentenciar su pase a la siguiente ronda de la segunda competición europea. Salvio fue el primero en avisar a los escoceses. Samaras, por su parte, se convirtió en el estilete del Celtic.
La jugada del partido sucedió en el minuto 30. Un fuerte disparo de Arda Turan acabó en el fondo de las mallas. Parte de culpa tuvo el turco pero otra parte fue para el capitán del Celtic de Glasgow, Kayal, que decidió agacharse para que el balón no le pegase y acabó por despistar a su portero, Forster, que se vio con el esférico encima y no lo pudo despejar.
Los escoceses salieron en la segunda mitad dispuestos a no perder, algo que les dejaba eliminados de la competición. El Celtic dispuso de dos ocasiones claras en dos minutos. En la primera, un espectacular golpe franco de Ki fue salvado gracias a una espectacular mano de Courtois; la segunda, en un tanto anulado por clara mano de un delantero local.
El Atlético acabó sufriendo por el empuje escocés en los últimos diez minutos. Mientras, Manzano decidía meter en el campo a Radamel Falcao, recuperado ya de su lesión, pensando en que el colombiano recuperase su condición física de cara a la Liga. Al final, los rojiblancos mantuvieron su gol y con ello certificaron su pase a la siguiente ronda. En la última jornada se jugarán el primer puesto ante el colista Rennes. Udinese, segundo de grupo, se enfrentará al Celtic.
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