El Stoke City es uno de los clubes de la Premier League que tiene un estilo más puramente inglés en su fútbol. El equipo que entrena Tony Pullis tiene como características fundamentales el juego directo, sin apenas combinaciones, y la búsqueda del área rival con la mayor rapidez y verticalidad posibles. Es la antítesis del Barcelona y su gusto por el toque.
Uno de los jugadores más peligrosos de su plantilla es Rory Delap. A este veterano centrocampista inglés le ha llegado su momento de gloria cuando apura sus últimas temporadas como profesional. Nunca ha destacado ni por su exquisito trato de balón, ni por tener un gran olfato goleador, lo ha hecho por ser un especialista sacando de banda. Gracias a que en su infancia fue lanzador de jabalina logra imprimir mucha fuerza al esférico y hace que éste llegue al corazón del área rival.
Los datos son reveladores: Delap logra que el balón alcance una velocidad de 60 km/h y recorra una distancia de 38 metros. Con ello ha provocado hasta una veintena de goles para su equipo.
Esta suerte se ha convertido en una de las señas de identidad del Stoke. Pullis la ha perfeccionado en los entrenamientos, incorporando variantes y segundas jugadas.
Benito Floro, en la década de los noventa, ya visionó la importancia de esta faceta en un estudio que publicó: "La importancia del saque de banda". Seguro que Emery ya ha aleccionado a sus jugadores sobre Delap y el arma letal del Stoke City.
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