Pocos partidos habrá en competición europea que enfrenten a dos conceptos tan antagónicos del fútbol. Por un lado, el de un equipo basado en la cantera, en la tradición, en unos valores regionales explotados hasta el límite; por otro, el de una sociedad limitada controlada por dinero procedente del Golfo Pérsico y que, a golpe de talonario, quiere colocarse en lo más alto de su liga... y de Europa. Athletic y PSG, cara y cruz.
Porque ir a San Mamés un domingo es, para un aficionado del Athletic, como ir a misa para los cristianos. Si no acudes a la cita te pasas unos días pensando que no has cubierto una necesidad vital. El 'bocho' se llena cada fin de semana con 40.000 almas convertidas en 'leones' que rugen para llevar a sus paisanos a lo más alto. Porque sí, su equipo está lleno de jugadores de la tierra. Vascos. Es una de las tradiciones que marca a este club.
Como el tirar de la cantera, de Lezama, una paraíso para los jóvenes de todo el País Vasco que ven en vestir la zamarra rojiblanca un objetivo a perseguir. Es un sueño, vestir la misma camiseta que en su día sudaron los Zarra, Iribar, Dani y compañía. Ser del Athletic es más que ser de un equipo de fútbol. Es casi un estilo de vida.
Qatar, el maná para los equipos de fútbol
Llegó procedente de Qatar el jeque Abdullah ben Nasser Al-Thani y se hizo con el Málaga para, siguiendo el ejemplo de Sheikh Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahyan (todo eso es un nombre) cuando se hizo con el Manchester City, invertir en fútbol europeo como una fórmula más de diversificar sus inversiones.
Más dólares qatarís llenaron la liga española, aunque en vez de hacerlo mediante la compra de un equipo, se hizo por un proceso de patrocinio. El Barcelona luce en sus camisetas el logo de Qatar Foundation a cambio de 30 millones anuales (se dice pronto, pero son 5.000 millones de pesetas por temporada). Y no era el último dinero que iba a salir de este pequeño país con destino al fútbol europeo.
A finales de la pasada temporada, un primo del dueño del Málaga, Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, se hizo con el control del Paris Saint Germain, uno de los históricos del fútbol francés que ha pasado las últimas temporadas luchando por no descender a la segunda categoría del fútbol galo.
El jeque se gastó más de 50 millones de euros en hacerse con el club parisino, pero tenía perfectamente estudiados sus movimientos. Colocó a Leonardo como director deportivo y le dio un cheque de 100 millones de euros para que a su proyecto no le faltara de nada. Exactamente, lo contrario a lo que hace el Athletic (aunque a los leones, de vez en cuando, también se les vaya la cabeza con fichajes millonarios por tener DNI con denominación de origen vasca).
El ex del Inter no se lo pensó y comenzó a construir un equipo competitivo a golpe de talonario, con fichajes buenos pero pagados realmente caros. Así han llegado Lugano (3,5 millones), Sirigu (3,5), Bisevac (3,5). Sissoko (7), Menez (8), Matuidi (10), Gameiro (15) y la joya de la corona de la plantilla: Javier Pastore, por el que el PSG pagó más de 40 millones de euros al Palermo, arrebatándoselo a otros grandes de Europa.
Josu Urrutia, exjugador y símbolo del Athletic, es hoy el presidente de los bilbaínos. Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani (y sus dólares) lo son del PSG. Dos caminos muy distintos para buscar el mismo objetivo: ganar la Europa League 2011-2012. El tiempo dirá quién escogió el adecuado.
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