Europa League: Muniain tiene duende

Los millones de Catar y la rutilante pléyade de figuras fichadas por toda Europa del PSG se han rendido ante Iker Muniain. El pamplonica los ha vuelto locos con su capacidad para filtrarse entre las líneas y su inteligencia para recibir siempre el balón en medio de la trinchera defensiva francesa.

Su físico liviano ha hecho estragos en el medio del campo. Muniain ha estado imparable, tanto en el pase como en la conducción del balón, aprovechando su velocidad en los huecos que dejó en el primer tiempo el conjunto parisino. Su conexión con De Marcos ha sostenido el juego rojiblanco, con Javi Martínez cubriendo de forma experta la retaguardia.

Destila un juego especial, entre el músculo y el poderío aéreo que caracterizan al Athletic brilla el navarro, que con su 1,69 le añade al ADN bilbaíno su calidad técnica y su descaro. Ha sido pragmático y preciso con el balón, pero también ha inventado alguna fantasía. Con frialdad, ejecutó un taconazo en la frontal del área del PSG tras el rechazo de un córner, se la preparó con la derecha y disparó fuera con la izquierda.

Sissoko se empleó con dureza en tareas defensivas y lo pagó caro. Muniain forzó la expulsión del malí tras un control orientado bellísimo de espaldas al marco rival. Minutos después, el imberbe rojiblanco sería también amonestado tras una falta táctica que frenó un contragolpe francés.

Con San Mamés rendido a su fútbol, quedaba lo mejor. Un centro a media altura de Aurtenetxe desde la izquierda lo domó con la izquierda para deshacerse de Lugano, pero, con todo de cara, disparó mordido con la zurda. La impotencia parisina la reflejó Siaka Tiéné buscando el tobillo del rojiblanco, que fue sustituido por Toquero. El aplauso del público compensó la cojera temporal. De nuevo Bilbao disfrutó con el exquisito fútbol de Muniain.