Expresidiario y coleccionista de cuadros: así es Dmitry Rybolovlev, el magnate dueño del Mónaco que quiere 'dinamitar' el mercado

    • Compró el 66% del equipo monegasco en el año 2011 cuando estaba en la segunda división francesa y ahora lo quiere llevar a la élite europea a base de talonario.
    • Pasó casi un año en la cárcel y su gran pasión es comprar propiedades de toda índole allá por donde pasa, como la casa de Will Smith o cuadros de Picasso.
Dmitry Rybolovlev, en la ceremonia de apertura del Festival de Cannes
Dmitry Rybolovlev, en la ceremonia de apertura del Festival de Cannes
Getty Images

Dmitry Rybolovlev es la nueva estrella del panorama futbolístico mundial. No mete goles, ni siquiera pisa el terreno de juego, pero está dispuesto a reventar el mercado futbolístico a base de millones y millones de euros. Desembarcó en Mónaco cuando el equipo estaba en Segunda División y ahora lo quiere llevar a la élite.

Ruso de nacimiento, separado y con dos hijas, estudió medicina, pero forjó su riqueza a través de los productos químicos y fertilizantes de potasio y gracias a las privatizaciones de muchas empresas en su país.

Su fortuna estimada en el mes de marzo de 2013 es de 9.1 billones de euros, según la revista Forbes, y en la actualidad es el mayor accionista del Banco de Chipre.Casi un año en prisión

Aficionado al surf y a las mujeres, su vida ha estado plagada de extraños sucesos y ha tenido tiempo para colmar todos sus caprichos. En 1996 fue condenado a 11 meses de cárcel por, presuntamente, mandar asesinar al dueño de una empresa de la competencia.

Casi un año después de entrar en prisión fue liberado después de que la justicia no pudiera comprobar su culpabilidad en el asesinato.

A la salida de la cárcel sufrió varios intentos de atentados en su casa y decidió ir a vivir a Suiza. Allí fue donde comenzó a amasar su fortuna y un tiempo después volvió a Rusia, donde entró en el ya comentado negocio de los productos químicos y fertilizantes.Multitud de propiedades

Como le gustaría a la mayoría de los mortales, es un apasionado de comprar propiedades de toda índole allá por donde pasa.
En su colección hay cuadros de Picasso, Van Gogh y Gauguin, entre mucho otros.

Compró la isla griega de Skorpio, donde está enterrado el magnate Aristóteles Onassis, por 117 millones para una su hija Anna y gastó 65 'kilos' en un apartamento en Nueva York para su otra hija, Ekaterina.

Pero la grandilocuencia de este magnate no queda ahí, también compró la mansión del multimillonario estadounidense Donald Trump y a la casa de Hawái al actor Will Smith.

Mantiene su residencia habitual en Suiza, en una propiedad valorada en 232 millones de euros. Con su llegada a Mónaco, Rybolovelv compró una mansión llamada La 'Belle Epoque', que le costó unos 300 millones de euros.Su pasión por el fútbol

Dmitry Rybolovlev pagó al príncipe Alberto 100 millones de euros por el 66% de la propiedad del Mónaco, prometiendo invertir en el equipo cuando ascendiera a la primera división francesa. El momento ha llegado, tiene 200 millones de euros para fichar y el ruso ya ha comenzado a 'dinamitar' el mercado.

El magnate aprovecha que Mónaco es un paraíso fiscal futbolístico en el que no debe pagar impuestos. Este particular régimen impositivo le permite pagar salarios desorbitados e irrechazables a los jugadores, y si no, que le pregunten a Falcao.

El colombiano ya es oficialmente jugador del equipo monegasco, donde cobrará 14 millones de euros libres de impuestos por temporada y pasará a ser el cuarto futbolista mejor pagado del planeta, solo por detrás de Eto'o, Messi e Ibrahimovic.

Rybolovlev acaba de pagar 45 millones por James Rodríguez y 25 millones por Moutinho, ambos exjugadores del Oporto, y el madridista Carvalho llegará gratis. Pero aún le sobra dinero, quiere a Víctor Valdés, a Carlos Tévez y a cualquiera que se le ponga a 'tiro'.

Ahora tiene en mente cumplir dos objetivos: poder hacer frente al dominio del PSG en la liga francesa y atraer a los vecinos de Mónaco al estadio. En la última temporada han ido de media 5.000 aficionados de los 36.000 vecinos del principado. El estadio tiene 18.000 asientos, por lo que deberían ir la mitad de los monegascos al campo para que se llenara.

Dmitry Rybolovlev mantiene buenas relaciones con otros dos mecenas del fútbol, Roman Abramovich del Chelsea y el jeque Tamin Bin Hamad del PSG. Ahora son ellos los que tienen el poder y no podemos ni imaginarnos que pasará con el fútbol en los próximos años.

Mostrar comentarios