F1, GP Silverstone: Alonso tira de magia para sonreír en el loco triunfo de Rosberg

Por caurto año consecutivo, el Gran Premio de Gran Bretaña volvió a ser un dolor de cabeza para Sebastian Vettel, que acabo abandonando. El alemán fue el gran perdedor de un fin de semana en el que triunfó un compatriota suyo: Nico Rosberg, que hizo doblete con 'pole' y victoria. Por detrás, Webber y Alonso completaron el podio tras sendas remontadas dignas de analizar. Hamilton, que también tuvo problemas, acabó cuarto.

Casi desde el inicio de la carrera se veía que el Gran Premio sería tan loco como en pasadas ediciones. Grosjean tocó a Webber en los primeros metros mientras el Ferrari de Alonso derrapaba. El australiano y el español fueron los grandes perjudicados de la salida al perder once y tres puestos respectivamente. Por contra, Massa y Button ganaron varias posiciones al aprovecharse de todos estos incidentes. Por delante, Vettel ganó la posición a Rosberg y se situaba justo detrás del otro Mercedes, el de Lewis Hamilton.Explisones, que no pinchazos

Apenas diez vueltas después de que se encendiera el semáforo, se puso de manifiesto el que sería el gran problema para todos los coches durante la carrera: las explosiones de los neumáticos traseros izquierdos. Casi sin avisar, los neumáticos saltaban por los aires, como le pasó a Sergio Pérez en los entrenamientos libres del viernes. En apenas unas vueltas, las ruedas de Hamilton y Massa se desintegraron. Antes, Fernando había recuperado en los primeros giros su mala salida.

Viendo los problemas que había con las ruedas, Fernando decidió entrar a cambiarlas. El asturiano fue el segundo en hacerlo, detrás de Grosjean. Tanto el francés como su compañero en Lotus Kimi Raïkkönen y el Toro Rosso de Jean-Eric Vergne estaban por delante del español tras el primer paso por boxes. De nuevo, Alonso les tuvo que adelantar en pista. Mientras, por delante y tras el abandono de Hamilton, Vettel veía el panorama despejado.

Pero los incidentes no habían acabado. El neumático de Vergne fue el tercero en reventar, en el ecuador de la carrera. En esta ocasión sí hizo su aparición el coche de seguridad, que agrupó a todo el pelotón. Tras el reinicio, nada cambió en los puestos delanteros, aunque el segundo paso por boxes estaba a la vuelta de la esquina porque todas las estrategias cambiaron. Vista la corta vida de las ruedas, la mayoría de equipos decidieron ir a tres paradas.

Raïkkönen fue el primero en pasar, seguido de Alonso. El finés salió por delante del español. Ambos peleaban entonces por el cuarto puesto, si bien es cierto que tenían a Di Resta justo delante, en posición de podio. Unos metros más adelante, Rosberg empezaba a acercarse a un Vettel que había decidido poner más presión en sus ruedas para evitar pinchazos y explosiones, aunque ello le restara prestaciones.Vettel se despide

Rosberg le iba quitando tiempo a Vettel, pero nunca llegó a alcanzarle. El tricampeón del mundo tuvo esa mala suerte que casi nunca tiene. Su Red Bull se paró y le obligó a abandonar. Quedaban diez vueltas y el coche de seguridad volvía a escena justo cuando Fernando pasaba a cambiar ruedas por última vez. Era el primero de muchos.

Con diez vueltas para el final, hubo quienes optaron por no pasar por boxes y confiar en que sus neumáticos aguantaran. Con todos colocados en su sitio, Fernando era octavo en un pelotón que encabezaba Rosberg. En cuanto el coche de seguridad se marchó, todos aquellos que tenían ruedas nuevas empezaron a acechar a aquellos que habían optado por no cambiarlas.

Así, Webber llegó hasta el segundo puesto, Fernando al tercero (adelantó cinco puestos en seis vueltas) y Hamilton (sin KERS) hasta el cuarto. Todos ellos se erigieron como los grandes triunfadores de un Gran Premio loco y que acabó con felicidad para todos salvo para el que habitualmente sonríe al final de las carreras: Sebastian Vettel. El alemán, eso sí, sigue líder del Mundial con 132 puntos, por delante de Alonso (111), Raïkkönen (98), Hamilton (89), Webber (87) y Rosberg (82).