Fernando Alonso sueña con aprovechar la lluvia y la exigencia de Mónaco para pelear con los Mercedes

Después de cinco carreras disputadas del campeonato de Fórmula Uno, ni Alonso ni Raikkonen han conseguido una sola victoria, y suman entre los dos 66 puntos para la escudería Ferrari, lejos de Mercedes GP, que encabeza la clasificación con 197 puntos. Fernando Alonso es tercero en la tabla de pilotos con 49 puntos, a 51 del líder, el británico Lewis Hamilton, que cuenta con 100 puntos en su casillero, por los 97 de Rosberg.

En un párrafo hemos podido resumir dos meses de temporada y cinco Grandes Premios. El dominio de los Mercedes ha sido absoluto, ante la desesperación de Fernando, que ha ido dando 'bandazos' y que logró su mejor carrera en China, donde finalizó tercero. ¿Por qué no soñar con hacer algo grande en Mónaco? Es un sueño que puede parecer repetitivo, pero el asturiano está ante una doble oportunidad: en Mónaco y ¿con lluvia?

A lo largo de la semana, las previsiones de la Fórmula Uno han sido cambiantes y toco continúa en la misma tónica. En principio, no se esperaban lluvia para la carrera, pero aún no hay nada definitivo. Tampoco se esperaba que lloviera con tanta intensidad en la primera jornada de entrenamientos libres y el temporal ha sorprendido a todos. Incluso ha caído una granizada entre la primera y la segunda sesión, que ha desbaratado los planes de los equipos y los pilotos, que apenas han podido salir a rodar.

El triunfador en este pequeño caos ha sido Fernando. El español ha vuelto a demostrar que se maneja a la perfección con las condiciones climatológicas adversas. Ahí los monoplazas se igualan y toma mucho más valor la pericia de los pilotos al volante. El equipo Ferrari y todos los alonsistas desean ver una carrera marcada por la lluvia el domingo, en un circuito en el que cualquier fallo te deja fuera de la carrera.

La carrera urbana en Montecarlo es la más técnica del Mundial. Lo más famoso es la curva previa a llegar al túnel que pasa por debajo del hotel Loews y que cada año deja imágenes espectaculares. La gran dificultad es el tráfico, ya que la estrechez del asfalto no permite apenas los adelantamientos. Como dato, destacar que los últimos cinco ganadores salieron desde la 'pole position'.

Es un trazado poco aerodínamico, en el que la velocidad de los monoplazas no es tan decisiva. Lo más importante es gestionar bien la estrategia de carrera y tener algo de suerte para que no te le tire abajo el coche de seguridad, una imagen habital en el GP de Mónaco. Es el trazado en el que los pilotos sufren más física y psiquícamente, ya que no puede cometer ni el más mínimo error y acaban la carrera exhaustos.

Fernando ha completado buenas actuaciones en Mónaco, donde ha competido en 12 ocasiones. Cuatro veces ha subido al podio (dos de ellas en Ferrai) y ha logrado dos victorias (2006 y 2007 con Renault).

ALONSO DOMINÓ LOS SEGUNDOS LIBRES

El español Fernando Alonso (Ferrari) fue el piloto más rápido en la segunda sesión de entrenamientos del Gran Premio de Mónaco, por delante del británico Lewis Hamilton (Mercedes), que fue segundo, en una sesión marcada por la lluvia, que limitó mucho el tiempo de rodaje.

Alonso, que como la mayoría de pilotos no pudo rodar hasta prácticamente los últimos 20 minutos de la hora y media prevista, realizó una mejor vuelta de 1:18.482 en 15 giros al circuito urbano monegasco, solo dos décimas más lento que el mejor tiempo de la primera sesión, marcado por Hamilton sobre pista seca.

El británico, actual líder del Mundial, hizo el segundo crono en las 11 vueltas en las que estuvo en pista, con un tiempo de 1:18.901. Le siguieron el alemán Sebastian Vettel (Red Bull), con un registro de 1:19.017; el francés Jean-Eric Vergne (Toro Rosso), tres décimas más lento, y el finlandés Valtteri Bottas (Williams).

La lluvia que cayó sobre Mónaco y dejó la pista mojada provocó que la primera hora de sesión fuera prácticamente inútil, ya que la mayoría de los pilotos no intentaron rodar hasta la última media hora.

Conforme los propios coches fueron secando la pista, los monoplazas calzaron neumáticos más blandos que permitieron mejorar los tiempos hasta situarse cerca de los de la primera sesión, que se disputó con pista seca.