Adiós a la sexta Copa Davis. Los dos puntos logrados por 'Terminator' David Ferrer en la final de 2012 ante la República Checa habían dejado a España agarrando la 'Ensaladera', pero en el último partido, Nicolás Almagro jugó agarrotado y cayó ante Radek Stepanek por (6-4, 7-6, 3-6 y 6-3), un tenista veterano, a punto de cumplir 34 años, y con tres días compitiendo en sus piernas, pero que supo sufrir en la pista para llevar a su país a la gloria.
En el primer set, los dos tenistas demostraron que el quinto partido en la Copa Davis es el del miedo. Nadie quiere perder el punto definitivo, y eso pesa más que el afán por entrar en la historia logrando el tanto decisivo. En este escenario, se impuso la experiencia de Stepanek, que jugó como él sabe, con continuas subidas a la red y haciendo más kilómetros por la pista que un maratoniano.
El checo se fue calentando poco a poco con el apoyo de la grada, a la que inflamaba con sus gestos celebrando los puntos. Enfrente, Almagro parecía al borde de un colapso nervioso. Se le veía serio, casi enfadado con él mismo y con el mundo, incapaz de celebrar ningún punto, aunque el murciano tampoco se caracteriza por su efusividad. El agarrotamiento le encogió el brazo y el set cayó del lado local por 6-4.
Por fin sonrió una vez Almagro en el segundo set, y fue cuando rompió el saque por primera vez a su rival. Nico pedía a sus compañeros del equipo español de copa Davis más vitores, pero luego él en la pista no continuó la fiesta. El choque estaba igualadísimo, estaba claro que se iba a decidir por detalles, y en los momentos clave, Stepanek tiraba de orgullo, de raza, y se llevaba los puntos. Al final, rompió el saque al español y se llevó la segunda manga en el 'tie break', en el que el murciano pareció un flan.
Encima, Radek era capaz de sacar de quicio al español, al que dessafiaba con la mirada mientras Álex Corretja, el capitán del equipo, le pedía a su jugador que mantuviera la cabeza fría porque no le convenía entrar en el juego del checo. Almagro es superior a Stepanek aunque hasta ese momento no lo hubiera demostrado en la pista del O2 Arena de Praga.Atisbo de remontada
Con todo perdido, Almagro por fin se soltó, lo que coincidió con un bajón físico de Stepanek, que llevaba tres palizas físicas en el cuerpo porque jugó uno de los individuales el viernes, el dobles del sábado y el partido definitivo del domingo, que encima se alargaba y se alargaba porque cada punto duraba un siglo.
Almagro se llevó este tercer set por 6-3 y llevó la esperanza a una afición que minutos antes ya renegaba de él en su mayoría porque veían la remontada imposible. Pocas veces alguien habrá cambiado la opinión de un país tan rápido como Nico… dos veces. Porque, para su desgracia, su inicio del cuarto set fue muy malo, lo que aprovechó Stepanek para ponerse 3-0 arriba.
Ahí se le puso el partido cuesta arriba de verdad a Nico y a España porque cada punto ganado por el jugador local alejaba la 'Ensaladera' un poco más. Stepanek parecía al borde de un infarto, sudoroso y extenuado, pero aun así logró un punto genial tirándose al suelo que celebró como si ya hubiera ganado la Copa Davis.
Sus gestos de rabia contrastaban con el cabreo de Almagro, que juró en arameo y se quejó una vez de la actitud del público por celebrar puntos antes de tiempo. Tenía toda la razón, pero tenía que centrarse más en recuperar su mejor tenis y menos en esos detalles. Le estaba ganando un jugador con menos recursos pero con más corazón, y éste es vital para ganar un torneo como la Copa Davis. Stepanek le dio a la República Checa la 'Ensaladera' mientras Almagro se consumía víctima de sus demonios. Otra vez será.
Sigue @jorgekosky
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