Fútbol en Chile, el cielo y el infierno en un año

  • Chile tocó el cielo este año al conseguir la primera Copa América de su historia, pero después bajó al infierno cuando el expresidente de la federación local fue implicado en el escándalo de sobornos de la FIFA.

En casa, a estadio lleno y derrotando en penales a la Argentina de Lionel Messi, la 'Roja' coronó su mayor éxito deportivo y levantó por primera vez en su historia la Copa América.

El hasta ese entonces esquivo trofeo consolidó como estrellas del fútbol mundial a un grupo de jugadores privilegiados como el delantero Alexis Sánchez (Arsenal/Inglaterra), el mediocampista Arturo Vidal (Bayern Múnich/Alemania), el portero Claudio Bravo (FC Barcelona/España) y el defensa Gary Medel (Inter/Italia).

En canchas chilenas la 'Roja' exhibió su mejor fútbol, de presión y sumisión del rival, un estilo que consolidó su técnico, el argentino Jorge Sampaoli, artífice de este título y de la clasificación de La Roja al Mundial de Brasil-2014.

"Esta Copa era trascendente de cara al futuro para la gente de Chile. Se disfrutó mucho porque ganar la Copa América, venciendo en la final a la Argentina de Messi, es un plus", afirmó Sampaoli en una última entrevista con un medio español.

Pero tras ese triunfo, celebrado durante horas por hinchas en todo Chile, el equipo ha sufrido un bajón en las clasificatorias para el Mundial de Rusia-2018. Después de cuatro fechas, la 'Roja' suma siete puntos después de acumular dos triunfos, un empate y una derrota, ubicándose en el quinto lugar de las eliminatorias.

Los festejos por la Copa América quedaron rápidamente de lado en la medida que el expresidente de la federación local, Sergio Jadue, quedara envuelto en el escándalo de corrupción de la FIFA.

Después de ser considerado un exitoso dirigente, Jadue arrancó de Chile para entregarse a la justicia estadounidense. Con la voz entrecortada y el rostro desencajado, el dirigente abandonó el país afirmando que se iba de vacaciones con su familia el mismo día que el Chile perdía 3-0 en Montevideo, poniendo fin a una racha de 12 partidos invicto.

Pero después de semanas de especulaciones, la justicia de Estados Unidos confirmó que Jadue se declaró culpable de los cargos y aceptó colaborar con la investigación.

Con este arreglo, evitaría una condena de 40 años aunque arriesga una sentencia de 20 años de prisión por "conspiración de fraude electrónico y lavado de dinero", según indicó la investigación judicial estadounidense.

En Chile, donde la federación local ha intentado desmarcarse del escándalo, es también investigado por lavado de activos, irregularidades por pagos de sueldos a dirigentes y préstamos indebidos a clubes.

A nivel deportivo, su ausencia ha sembrado dudas también sobre la continuidad de Sampaoli en la banca local. Fue Jadue el que contrató al DT, quien ha deslizado en varias entrevistas que evaluará su futuro tras la elección de un nuevo presidente de la federación local programada para el próximo 4 de enero.

"El nuevo presidente tendrá que ver si su proyecto deportivo coincide con el mío eso será algo que se determinará en el tiempo", dijo Sampaoli.

Además del escándalo dirigencial, el fútbol chileno sumó otro mancha. La violencia de las barras bravas obligó a suspender uno de los partidos de la última fecha del Torneo Apertura-2015, que definía al campeón.

Barras bravas del popular Colo Colo y de Wanderers libraron un batalla campal en la cancha del estadio Elías Figueroa del puerto de Valparaíso (centro), sobrepasando todos los controles de seguridad y dejando en entredicho el plan 'Estadio Seguro', creado para frenar estas acciones.

La violencia se extendió hasta las calles de la ciudad, dejando 18 detenidos y 30 heridos, en un triste espectáculo que empañó la última fecha del torneo local.

El partido debió suspenderse antes de pitazo inicial, y tras la derrota 0-1 de la Universidad Católica frente a Audax Italiano en un duelo paralelo, Colo Colo se coronó campeón, en una de las definiciones más controvertidas de los últimos años.

Los disturbios colmaron la paciencia del gobierno, que determinó que la Policía se haga cargo de la seguridad de los partidos de forma temporal, luego que la ley de Violencia en los Estadios, aprobada en el 2012, determinó su retiro de estos eventos para que se hagan cargo guardias privados contratados por los clubes.

De esta forma, Chile pone fin a un año dulce y agrio en el deporte más popular del país sudamericano.

msa/pa

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