El fútbol playa, otro modo de prevenir violencia pandillera en El Salvador

"El fútbol playa nos entretiene y nos aleja de la violencia", dice a la AFP Emerson Rivera, un joven de Isla de Méndez, en el litoral salvadoreño, donde se intenta arrebatar espacios públicos a las violentas pandillas que los tenían bajo su control.

De piel morena, 1,75 de estatura y 28 años de edad, Rivera dice estar "alegre y satisfecho" porque ahora cuenta con una cancha que él, uno de los 16 integrantes de la selección de fútbol playa de la isla, inauguró con un partido frente a la selección mundialista de fútbol playa.

Rodeada de manglares, Isla de Méndez está ubicada 67 kms al sureste de San Salvador, y es una de las primeras comunidades que las autoridades arrebatan a las pandillas como parte de un plan que busca recuperar espacios públicos para que los jóvenes puedan estudiar y recrearse.

El vicepresidente salvadoreño, Óscar Ortiz, al presentar esta semana a la isla como la primera comunidad liberada de pandillas, exclamó que el país busca "ganarle la batalla a la violencia", que en el primer semestre del año ha causado 3.058 homicidios (16,8 por día).

"El deporte es una de las mejores herramientas para entretener a los jóvenes y mantenerlos ocupados", aseguró a la AFP Eliodoro Portillo (27), el emblemático guardameta de la selección salvadoreña de fútbol playa, quien junto a sus compañeros instó a los jóvenes a "destacarse" para algún día representar al país.

"Ya vi a muchos jóvenes, sé que de esta zona costera voy a sacar jugadores seleccionados, ese es el valor superior de esta iniciativa que también va a fortalecer la parte social que está tan delicada en el país", comentó por su parte el técnico de la selección de fútbol playa, Rudys Gallo.

Para fomentar la competencia en Isla de Méndez, se formaron doce equipos, ocho masculinos y cuatro femeninos.

"Lo más importante es que ahora tendremos en la cancha un espacio donde divertirnos", dijo Rubidia, una joven de 16 años que cursa el noveno grado.

Para prevenir la violencia, el gobierno tiene contemplado construir canchas de diferentes disciplinas deportivas en puntos estratégicos para evitar que los jóvenes ingresen a las pandillas, que tienen unos 70.000 miembros en El Salvador, de los cuales 13.000 están encarcelados.

Para borrar el pasado pandillero de Isla de Méndez, un grupo de reclusos en fase de confianza borró los grafitis con símbolos de las "maras" que infundían temor en los 2.600 habitantes de la comunidad costera.

El Salvador, según el vicepresidente Ortiz, tiene previsto sacar a unos 10.000 internos para sumarlos a la recuperación de espacios públicos y por cada día que trabajen, descontarán dos de su condena.

En las últimas semanas, policías, soldados, reclusos y civiles han borrado más de 3.000 grafitis, proclamó el viceministro de Prevención Social, Luis Roberto Flores.

Isla de Méndez, con importantes cooperativas camaroneras y ganaderas, durante años estuvo impactada por grupos de pandillas que se establecieron y pintaron sus intimidantes grafitis por lo que las autoridades intensificaron operativos por eliminarlos.

"Esta es una zona que daba muchos problemas, pero con el despliegue de las fuerzas de intervención y recuperación de territorio hemos obtenido buenos resultados. Se han recuperado zonas que eran asediadas por pandillas", explicó a la AFP el subcomisionado Jaime Díaz, jefe de la Policía del departamento costero de Usulután.

Díaz recordó que para recuperar la comunidad del control de los grupos delictivos debieron enfrentarse a las pandillas, hacer capturas y decomisar armas.

Para continuar la tarea, el gobierno salvadoreño tiene previsto "recuperar" 81 espacios públicos en los 10 municipios considerados con mayores índices de violencia.

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