Galicia y triatlón, un matrimonio del que se beneficia México

  • Galicia y triatlón son un matrimonio exitoso. De la tierra de Iván Raña y Javi Gómez Noya también ha salido Javier Mon (Lugo, 1976), que desde 2008 es asesor técnico de la Federación Mexicana de Triatlón y, a miles de kilómetros de casa, se ha convertido en uno de los grandes impulsores del deporte que aúna natación, ciclismo y carrera a pie.

Carlos Alberto Fernández

A Coruña, 22 feb.- Galicia y triatlón son un matrimonio exitoso. De la tierra de Iván Raña y Javi Gómez Noya también ha salido Javier Mon (Lugo, 1976), que desde 2008 es asesor técnico de la Federación Mexicana de Triatlón y, a miles de kilómetros de casa, se ha convertido en uno de los grandes impulsores del deporte que aúna natación, ciclismo y carrera a pie.

Después de haber cimentado el triatlón de alto rendimiento en México con un proyecto que nació hace seis años con la formación de entrenadores, Mon ha dado un "giro" al guión y ha vuelto a Galicia con cinco jóvenes triatletas mexicanos a los que intentará llevar a las series mundiales en dos años y a los Juegos Olímpicos de 2020.

"Hablé con mi jefe (Jaime Cadaval, presidente de la Federación Mexicana de Triatlón) y, como a nivel estructural la Federación está muy bien, mi labor, a nivel de gestión, ya no tenía tanto sentido, me apetecía profesionalmente volver al trabajo de campo y le propuse filtrar a un grupo de sub-23 y hacerme cargo de él", explica a EFE en una entrevista.

El proyecto final vencía en 2016, pero con esta vuelta de tuerca puede seguir rodando unos cuantos años más. "En 2012, hicimos una revisión sobre el proyecto y, de momento, va todo muy bien", señala.

No es la primera vez que se concentra en Galicia con triatletas mexicanos, aunque las dos ocasiones anteriores fueron estancias cortas en Lugo, una de ellas para preparar los Juegos Olímpicos de Londres 2012 con Crisanto Grajales y Claudia Rivas.

Ahora, trabaja con cuatro chicos y una chica: Ricardo Cárdenas y César Saracho, del año 1994; Ricardo Vega y Adriana Barraza (1993); y Abraham Castellano (1990), que este fin de semana competirán en el medio maratón de A Coruña, donde se disputará el campeonato de España.

Se entrenan en el entorno de la Torre de Hércules, en A Coruña, y en la localidad vecina de Oleiros, donde residirán hasta el 19 de marzo. Después, competirán en México, Ecuador y Barbados y regresarán a Galicia el 9 de mayo para seguir la preparación hasta septiembre.

Llegaron a finales del mes pasado y todavía se adaptan a los cambios. "La alimentación es diferente, el clima, los hábitos, los horarios, los descansos, los entrenamientos... Lo enfocamos más como un centro del alto rendimiento".

"En México, se adaptaban a la disponibilidad de los entrenadores, el clima o el tráfico en las carreteras. Allí hay mucho tráfico, menos carreteras para entrenar y las que hay están muy separadas de la civilización", apunta Mon.

Sostiene que "la ilusión y el objetivo es tan grande" para los cinco triatletas, "que lo poco que les puede costar la adaptación es nada. Lo deseable es que aguanten y les guste esto".

El objetivo es el ciclo olímpico para 2020, pero antes, en dos años, competir en "las series mundiales". En Galicia intentarán progresar, sobre todo, en la bicicleta.

"Para formarles, aprovecho todos los contactos que tengo aquí. Conozco la zona, muchos compañeros de estudios están en diferentes sectores relacionados con el rendimiento deportivo, y, además, Galicia tiene cien mil carreteras y eso, junto a su orografía, es muy importante para desarrollar el ciclismo", comenta.

Mon, que cursó el magisterio en educación física en la Universidad de Santiago y se sacó la licenciatura en Ciencias de la actividad física y el deporte en la de A Coruña, encontró en México "un campo grandísimo de trabajo".

"Profesionalmente, México es una pasada. Pero el cambio cultural cuesta aunque seamos latinos, porque las costumbres son diferentes, sobre todo, para los que nos dedicamos al deporte por las fiestas, más que en España, y la comida", confiesa.

Crisanto Grajales, Sergio Sarmiento, Irving Pérez y Ricardo González son los cuatro triatletas "más fuertes" en el país azteca, que tiene como objetivo clasificar a dos hombres y dos mujeres para los Juegos Olímpicos de Rio 2016 tras haber tenido un representante masculino y otro femenino en Londres.

Los mexicanos "nacen con unas prestaciones fisiológicas" determinantes porque "el 80% de la selección vive a más de 1.500 metros" de altura sobre el nivel del mar, "pero hay que entrenar", matiza el técnico.

México, recuerda Javier, es uno de los pocos países -se cuentan con los dedos de la mano y, entre ellos, está España- que ha conseguido en los últimos años el certificado ITU: "todos los entrenadores que se titulen tienen el aval de la Federación Internacional".

También "está entre los cuatro países en los que más gente practica triatlón. A nivel de crecimiento sostenido, hemos pasado de 4.500 licencias en 2007 a cerrar 2013 con 17.000", presume.

Por ahora, los mejores resultados de los triatletas mexicanos fueron un octavo de Crisanto Grajales y un duodécimo de Claudia Rivas en las series mundiales, pero el futuro promete.

Él conoce "el camino" del éxito porque Javi Gómez Noya "fue uno de los objetos" de su tesis doctoral la década pasada y también entrenó durante casi dos años a Iván Raña.

"He visto muy de cerca cómo llegaron", apunta el técnico, quien pronostica que el triatlón mundial seguirá hasta Rio con los hermanos Brownlee (Alistair y Jonathan) y Gómez Noya como grandes favoritos, junto a Mario Mola, Richard Murray o Fernando Alarza.

A Gómez Noya, plata en Londres, le ve "muy bien", con "objetivos clarísimos de romper todo lo hecho por cualquier otro anteriormente".

"Es una esa garra que lleva dentro, algo brutal, una motivación fuera de lo normal", indica Javier Mon, quien reconoce que "a nivel personal" le ha "ayudado muchísimo ser de Galicia".

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