Ambos han sido los protagonistas principales de la edad dorada del deporte de la canasta en nuestro país, acaparando un palmarés de títulos, tanto en la selección como a nivel de clubes, sin igual. A sus indudables cualidades baloncestísticas han unido una mentalidad ganadora y una forma de ser (comprometidos, abiertos, cordiales, llanos, cercanos), que les ha permitido convertirse en dos de los deportistas más queridos por los españoles, más allá de colores y banderas.
Gasol y Navarro se conocieron a los 16 años durante su estancia en la cantera del Barcelona y forjaron su amistad en las concentraciones de las categorías inferiores de la selección española. Mientras que 'la Bomba' era titular indiscutible, Pau juega pocos minutos, pese a que ya destacaba por sus condiciones físicas y su buen entendimiento del juego. El mayor éxito lo cosechan en el Mundial Junior de Lisboa, en 1999, donde conquistaron el oro ante Estados Unidos, junto a otros "colegas" con los que ahora siguen pasando cada verano en Europeos y Mundiales como Felipe Reyes, Raúl López o Carlos Cabezas.
Navarro debutó con el primer equipo del club azulgrana en la temporada 1997, mientras que el mayor de los Gasol lo hizo en 1999. El alero siempre ha sido más precoz a nivel nacional (estreno en la Liga ACB, con la selección absoluta), pero el pívot ha marcado el paso en el ámbito internacional (salto a la NBA, participación en el All Stars).
Durante las casi tres temporadas que coincidieron en el club azulgrana conquistaron dos Ligas ACB y una Copa del Rey, la edición en la que Pau saltó al estrellato con el MVP. Tras ella, la NBA puso sus ojos sobre él, y los Grizzlies se hicieron con sus servicios eligiéndolo en el tercer puesto del draft.
La aventura norteamericana
Ambos han jugado un papel primordial en la aventura americana del otro. Juan Carlos animó al ahora 'laker' a que cambiara Barcelona por Memphis dando el salto para disputar la mejor liga del mundo. Seis años después fue Gasol el que casi "suplicó" a su amigo para que se marchara a la NBA, a su mismo equipo (a cuyos directivos convenció de las bondades de su fichaje), en una operación sangrante económicamente para el escolta.
No llegaron a jugar juntos en los Grizzlies ni una temporada regular entera, ya que Los Ángeles Lakers, con un espectacular e inesperado traspaso en el mes de febrero de 2008 que cambió la historia reciente del baloncesto norteramericano, vistieron a Pau de 'oro'. El capitán de la selección española, ya sin su amigo cerca para apoyarse en él, decidió volver al final de esa temporada a casa, motivado por su nula adaptación a la vida en Memphis, al escaso protagonismo en el equipo, y la carestía económica (en forma de cláusula) que suponía su deseo de jugar en la NBA.
Amistad más allá del baloncesto
La intensa y sana relación que les une se ha forjado en las largas concentraciones que les ha tocado vivir desde su etapa juvenil, y en las que siempre han compartido habitación. Tan a gusto están juntos, que incluso han pasado juntos algunas vacaciones con sus respectivas parejas. En estos tiempos de asuetos es cuando Pau le recomienda libros a Navarro, o éste le pone al día de toda la actualidad (deportiva, social y rosa) de España.
Pero hay más ejemplos de la gran amistad que mantienen: en las ocasiones que Gasol ha renunciado a acudir con la selección con el campeonato de turno (Europeo de 2005 y el Mundial de este año), nunca ha dejado de ir al país donde se celebraba para acompañar a la 'ÑBA', y disfrutar de buenos ratos con Navarro y el resto de amigos que tiene allí, como Reyes, Raúl López, Calderón,… Y cuando acaba la temporada de la NBA, una de sus citas ineludibles es a Barcelona, para ver a su familia, y poder ver a "Juanqui", el sobrenombre con el que llaman a 'la Bomba' en la Selección.
El Palau Sant Jordi enfrentará de nuevo a estos dos amigos. Por segunda vez competirán con camisetas diferentes, siempre en partidos amistosos, y pese al enorme afán competitivo de ambos, no dejarán de lanzarse 'pullas' y picarse, como si estuvieran jugando a la pocha o la play en su habitación durante cualquier concentración de la selección, o mientras cenan con sus parejas cualquier día de vacaciones. Dos amigos que cambiaron la historia del baloncesto español.
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