Hasta el cuarenta de mayo...¿qué pasa con el deporte cuando llueve?

  • Ayer domingo se dio una circunstancia poco habitual en el mundo del tenis: la lluvia apareció en Roma y obligó a suspender la final del Master 1000 entre Nadal y Djokovic hasta hoy lunes. Eso ocurre porque el tenis, cuando se juega al descubierto, es uno de los deportes que más dependen de la metereología. Ahora bien, ¿sabes qué pasa en otros deportes cuando llueve?

Manu Albarrán

Normalmente, en cualquier deporte hay que tener controlado todos los factores para poder ganar. Cada vez más, los deportistas profesionales ultiman hasta el más mínimo detalle para intentar hacerse con la victoria. Sin embargo, hay uno que, pese a los avances tecnológicos, es imprevisible. Se trata de la metereología.

Las condiciones ambientales pueden marcar un partido, una etapa o una jornada, favoreciendo a unos o perjudicando a otros. Hay veces, incluso que se tiene que suspender la competición por culpa del mal tiempo. Eso sí, hay deportes en los que, salvo catástrofe natural, el tiempo no interviene. A continuación repasamos qué efecto tiene el tiempo (y en concreto la lluvia) sobre varios deportes:

En fútbol

El deporte rey cada vez es más independiente del tiempo. Haga frío o calor, llueva, nieve o haga sol, el partido de fútbol, en principio se puede disputar. Salvo que caiga una cantidad ingente de lluvia y que el césped no pueda drenarla bien, es poco probable que a día de hoy se formen charcos en los estadios profesionales. Pese a todo, la regla dice que si el balón no puede rodar ni botar por culpa del agua acumulada, el árbitro deberá suspender el partido.

Lo mismo ocurre con la nieve. Además, si se jugara con nieve, el balón debería ser naranja o amarillo. Del mismo modo, si hubiese niebla, el balón tampoco podría ser blanco (colo habitual). En este caso, la regla dice que si hay visibilidad desde una portería a la otra, el partido puede disputarse. En caso contrario, no.

En tenis

Ya hemos visto cómo la lluvia puede condicionar un torneo de tenis. En el deporte de la raqueta no hace falta que caiga un gran chaparrón para suspender los partidos. Con las primeras gotas el pavimentos (sobre todo si no es arcilla) se vuelve resbaladizo y hay que para los encuentros. Sobre polvo de ladrillo también se suele parar en cuento comienza a llover.

Ante la imposibilidad de que el suelo pueda drenar el agua que cae, lo que se está haciendo cada vez más es poner techos retráctiles en las pistas centrales de cada torneo. Por ejemplo, la Caja Mágica de Madrid, donde se disputa anualmente un Master 1000, ofrece la posibilidad de jugar en sus tres principales pistas al descubierto si hace buen día o de jugar bajo techo si llueve.

En ciclismo

Sufrido deporte el ciclismo. Y más viendo las condiciones atmosféricas que aguantan los ciclistas. Muy pocas veces en la historia se han suspendido etapas completas por mal tiempo. Habitualmente las etapas se disputan tal y como estaban previstas con independencia del tiempo.

Sin embargo, a veces la nieve en los puertos de montaña ha obligado a los organizadores de distintas pruebas ciclistas a acortar una etapa o a modificar su recorrido mientras se está disputando. En este deporte, poco o nada se puede hacer por evitar la lluvia, la niebla o la nieve, así que a los corredores les toca aguantar y sufrir más de lo que ya lo hacen.

En motos

En el caso de las motos, también hemos comprobado este fin de semana el efecto del agua sobre las carreras. Salvo que las condiciones de la pista impidan correr, la carrera sale adelante. Si llueve desde antes de comenzar la carrera, los pilotos están obligados a calzar neumáticos de lluvia. En caso de que se pusiera a llover en medio de la carrera, la organización podría detenerla, obligar a los pilotos a cambiar las ruedas y volver a relanzar la carrera por donde iba.

También puede suceder lo contrario. Si al comenzar la pista está mojada pero se va secando, es el piloto el que debe decidir si quiere o no entrar a poner neumáticos de seco.

En Fórmula 1

Al contrario que en las motos, dirección de carrera no obliga a poner ningún tipo de neumático. En caso de lluvia, existen dos posibilidades para los pilotos: neumáticos intermedios (cuando llueve poco) o neumáticos extremos (llueve mucho). En caso de que el tiempo varíe durante un Gran Premio es el piloto el que decide si cambiar o no de ruedas.

La organización también puede enseñar la bandera roja en cualquier momento y suspender la carrera para reemprender la marcha cuando lo considere oportuno.

En golf

En el golf a todos los elementos anteriores hay que sumar uno más: el viento. Es casi el gran enemigo de los golfistas. Los profesionales del golf siempre tienen en cuenta la velocidad y dirección del viento antes de ejecutar sus tiros. Del mismo modo, la lluvia también condiciona los lanzamientos, aunque suele verse menos.

También depende de la organziación para el juego cuando lo estime oportuno. El juego se reanudaría con cada jugador en el hoyo en que se quedó.

En baloncesto

El deporte de la canasta apenas depende del tiempo. Al jugarse bajo techo (como el balonmano, el waterpolo, el bádminton, el ping-pong, la gimnasia y un largo etcétera) por obligación no tiene problemas con el tiempo. Salvo causas mayores o pequeños desperfectos (goteras, por ejemplo), los partidos de estos deportes se disputan con total normalidad.

En atletismo

Es el deporte rey de los Juegos Olímpicos. Lleva disputándose desde la época de la antigua Grecia y, como entonces, depende de la voluntad de los dioses para diputarse. Si Eolo, Poseidón o Urano se ponen de acuerdo para fastidiar a los atletas, lo conseguirán sin mucho esfuerzo. Condiciones ligeramente adversas son permisibles en el atletismo. Sin embargo, cuando hay demasiado viento o demasiadas precipitaciones, los árbitros deben parar la competición.

En este caso, como en el ciclismo, hay que decir que muchos atletas han llegado a competir en condiciones realmente malas por la necesidad de terminar la prueba.

Además, en el atletismo el tiempo no sólo incordia a los atletas sino que, en algunos casos, si las condiciones de viento son superiores a las legales (entre dos metros a favor y dos en contra del atleta), los registros logrados son válidos pero no oficiales y, por tanto, no valdrán si se consiguern récords del mundo, nacionales o marcas mínimas.

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