Herrera, cuarta pieza clave que abandona el Athletic en apenas dos años

Bilbao, 26 jun.- La salida del Athletic de Ander Herrera, confirmada hoy después de que el jugador haya abonado los 36 millones de la cláusula de rescisión de su contrato, para irse al Manchester United inglés, es la cuarta baja que sufre la columna vertebral del equipo rojiblanco en los últimos dos años.

El centrocampista bilbaíno fue, junto a los campeones del mundo Javi Martínez y Fernando Llorente y el internacional por Venezuela Fernando Amorebieta, uno de los titulares en la final de la Liga Europa de Bucarest del 9 de mayo de 2012, probablemente el momento culminante del Athletic de las últimas décadas.

Primero fue Javi Martínez quien, como ahora Herrera, rompió de forma unilateral su vinculación con el club, pagando los 40 millones de euros de su cláusula de rescisión para fichar por el Bayern de Múnich.

Unos meses más tarde dejaron Bilbao tanto Llorente como Amorebieta tras no aceptar las respectivas ofertas de renovación que les planteó el Athletic para acabar incorporándose al Juventus, en el caso del delantero, y el Fulham, en el del central.

Ahora es Herrera quien ha decidido continuar su carrera en uno de los grandes clubes de Europa, pese a que el club inglés no disputará competiciones europeas la próxima temporada y el Athletic tiene opciones de jugar la próxima Liga de Campeones si los de Ernesto Valverde superan la previa que deben jugar en agosto.

Este nuevo torpedo a la línea de flotación del equipo rojiblanco llega además en pleno proceso de negociación para la renovación del contrato de otra de las 'joyas de la corona' del Athletic, Iker Muniain.

El navarro hace varios meses que emplazó al club a retomar las conversaciones al final del pasado curso, aunque de momento no ha fructificado.

El precipitado adiós de Herrera, que el pasado verano ya estuvo a punto de recalar en el Manchester United, no hace por ahora más que incrementar las dudas de una afición rojiblanca que ve como el proyecto deportivo, en teoría, se debilita al mismo ritmo que se fortalecen las arcas de Ibaigane.