Por muy duro que la vida te golpee, siempre hay que levantarse. El mayor ejemplo de este lema es Isaiah Bird. Un niño de 8 años que nació sin piernas, lo que sería un impedimento a la hora de practicar deporte para una persona cualquiera, pero no para él. Isaiah practica 'wrestling' y juega al fútbol americano en los Long Beach Gladiators de Nueva York.
"No es tan difícil. De hecho, es bastante fácil", afirma a la 'BBC' un Isaiah que prefiere no pedir ayuda a sus compañeros hasta que sea estrictamente necesario (vídeo jugando al fútbol americano en este enlace).
"Es increíble verle jugar y competir como cualquier otro deportista", explica su entrenador Miguel Rodríguez sobre un Isaiah que no tuvo una vida nada fácil.
Su padre pasó un largo tiempo en prisión. El huracán Sandy destruyó su casa en 2012 y su madre tiene al menos dos trabajos para intentar sacar adelante a su hijo.
Eso sí, Isaiah puede contar con la ayuda inestimable de Miguel Rodríguez. El niño de 8 años vive en casa de su entrenador y su familia seis días por semana. "Significa mucho para mí. Es un buen hombre", explica Isaiah.
La vida le ha puesto obstáculos que siempre ha superado. "Dios me hizo así, nací así", contesta siempre a los rivales que le preguntan qué le pasó, mientras anima a sus compañeros a seguir jugando porque "no hay tiempo que perder". Todo un ejemplo.
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