Isco ilumina a un Madrid que mejora su imagen remontando ante el Getafe

El partido que parecía el indicado para que Ancelotti probara a juntar a sus cuatro relámpagos -Di María, Bale, Ronaldo y Benzemá- se acabó convirtiendo, tras la lesión del galés en el calentamiento, en un nuevo recital de un hombre de traje y horchata, de fútbol tranquilo e imprevisible. Fue Isco el que acabó dominando a un Getafe que duró apenas veinte minutos en el Bernabéu.

Pero para no cambiar las costumbres, el Real Madrid empezó con su habitual caraja. La indigestión de la merienda le duró sólo cuatro minutos, el tiempo que necesitó Lafita para prorrogar su buena racha goleadora con el estadio blanco (ha anotado en sus tres últimos partidos allí). Fue entonces cuando los blancos asumieron el mando del partido. Intentaron jugar, pero el Getafe se cerró bien.La defensa del Getafe, a por uvas

Tuvo que ser una acción a balón parada la que originara el gol del empate. La defensa azulona se quedó dormida cuando Ronaldo entró a rematar una falta lateral botada por Di María. Paró Moyá, pero el rechacé se lo encontró en boca de gol Pepe. Segundos después la acción se repitió -con segunda siesta consecutiva de los zagueros- pero esta vez Ronaldo remató fuera.

No perdonó, sin embargo, Ronaldo desde el punto de penalti a la media hora. En la jugada tonta de la noche Alexis hizo una falta innecesaria a Pepe en la frontal. CR7 tiró la falta, pero la pelota dio en la mano de Míchel, con la barrera dentro del área. Desde el punto de penalti, Cristiano materializó la remontada.

El Getafe, más grogui aún tras la lesión de Lafita, se dedicó en el segundo tiempo a aguantar el chaparrón. Benzemá perdonó hasta tres ocasiones clarísimas, provocando los primeros de la afición (luego Arbeloa reclamó aplausos para el galo y la grada respondió afirmativamente) y Ronaldo se desesperó buscando el doblete (lo logró en el último suspiro, de tacón). La sentencia fue obra de Isco, después de que Cristiano hiciera de pillo sacando una falta en corto mientras el Getafe se colocaba.

El partido acabó con Morata y Jesé en el campo. Ambos lo intentaron, aunque ninguno tuvo suerte. También entró Modric, que hizo un entrenamiento con rivales. Ahora al Madrid le toca descansar y empezar a pensar en el partido del próximo miércoles ante el Elche.