Jorge Lorenzo, una leyenda que no se rinde: suma su tercer mundial como su ídolo Ayrton Senna

Jorge Lorenzo es leyenda. El piloto balear dio un salto en los libros de historia de motociclismo tras imponerse con autoridad en el GP de la Comunidad Valenciana y sumar su quinto título mundial en motociclismo. Un hito al alcance de muy pocos que le hace igualar a Mick Doohan, una leyenda viva en el deporte de las dos ruedas que sumó sus campeonatos de forma consecutiva desde 1994 a 1998. Dos titulos mundiales en 250 y tres en MotoGP que elevan al piloto español a los cielos del motociclismo cuando todo hacía indicar que había caído en la dictadura de Marc Márquez.

Porque los dos años anteriores no han sido fáciles para el de Yamaha. Tras ser campeón en 2010 y 2012 en la categoría reina, Jorge Lorenzo sucumbió ante la tiranía de un Marc Márquez que debutó en MotoGP dando sopapos a todos los incrédulos que afirmaban que ser un debutante estaba reñido con la victoria. El mallorquín, que ocupaba todos los focos y se llevaba los halagos de la opinón pública, fue relegado al segundo cajón del podio en la última carrera en el GP de Valencia que confirmó a una nueva promesa del motociclismo que estaba devastando todas las estadísticas.

Jorge Lorenzo abdicó. Y siguió en la sombra la pasada temporada donde los problemas físicos mermaron su actividad a ritmo de victorias de Marc Márquez. Sus dos victorias en el GP de Aragón 2014 y Japón le dieron cierta autoestima para hacer frente a una afrenta que parecía inviable un año atrás. Porque Jorge Lorenzo había demostrado que podía ser lo suficientemente rápido para destronar al rey, que todavía era un niño.La mejora de su condición física, clave en el título

Para intentar conseguir su tercer título de MotoGP el objetivo estaba claro: conseguir que Yamaha mejorara y que el estado físico del mallorquín fuera el mejor de toda su carrera. Ambas se cumplieron. La moto japonesa evolucionó y le ganó la partida a la Honad y Jorge Lorenzo lucía un aspecto impecable de cara al inicio del campeonato del mundo. Su aspecto parecía el de un peso pluma que tenía una premisa, simple, pero a la vez complicada: volver a ganar.

"Nunca había estado tan delgado y fibroso". Estas fueron sus palabras días antes de que comenzara el campeonato. El piloto mallorquín tenía claro los que habían sido las causas de la derrota. Porque no hay nada mejor que conocer tus debilidades para triunfar. "El año pasado descuidé un poco el físico y me equivoqué en la planificación. Hay que aprender de los errores. He tenido unas vacaciones muy cortas y el 1 de enero ya empecé a entrenar. Estoy delgado como en 2008", aseguró el piloto español.

"La temporada pasada no comenzó muy bien pero acabamos mucho mejor, Márquez hizo una temporada extraordinaria y Valentino también, pero al final de la temporada conseguí la regularidad necesaria y esa dinámica es la que al final del año te permite luchar por el título y, por qué no, intentar lograr más de las dos victorias que sumé el pasado año al final", aseguraba. Las espadas estaban en todo lo alto.7 victorias en un año de ensueño

El inicio de temporada frenó su optimismo pero en Yamaha creían en las posibilidades del balear. Y él también. Porque el cinco veces campeón del mundo tiene ese punto de osadía que le ha hecho grande. Porque tras ser cuarto en Catar y quinto en Argentina todo parecía que podía seguir por los mismos derroteros de los años anteriores. Pero pocos sabían que el león había despertado. Sus cuatro victorias consecutivas en el GP de España en Jerez, Francia, Italia y Catalunya le hicieron volver a creer.

Pero este año su rival a batir era un Valentino Rossi con el que ya había tenido viejas disputas. "Larga vida al muro". Ese fue uno de los lemas del italiano para que los ingenieros no pudieran espiar los avances de la moto del italiano cuando ambos luchaban por el campeonato del mundo hace unos años. Esta temporada el muro volvió pero Lorenzo tenía una cita con la historia.

Las opciones de título para el balear se fueron al suelo junto a él en el GP de San Marino en Missano. Cuando luchaba por la victoria en una carrera marcada por la lluvia y los cambios de moto, el balear se cayó en lo que era un adiós al mundial. Porque Rossi se colocaba a 23 puntos de diferencia y, a falta de cinco carreras la diferencia parecía insalvable. Ahí reunió a todo su equipo y confió en un lema de Luis Aragonés: "Ganar, ganar y volver a ganar".

Pero la victoria en Aragón y los podios en Japón, Australia y Malasia ayudarían a culminar una remontada histórica que se culminaría en Valencia (ha ganado todos los grandes premios disputados en España) tras una mar de declaraciones después de la patada de Rossi a Márquez en Sepang. Jorge Lorenzo vuelve a ser campeón y el motociclismo más grande.Un campeón con mentalidad fuerte desde niño

Jorge Lorenzo, desde niño, siempre tuvo un caracter fuerte. Eso es lo que le ha hecho triunfar. El balear comenzó muy joven influido por su padre Chicho y dio el salto mundialista con 15 años, en el año 2002. En el 2003 ya mostró sus cualidades logrando su primer triunfo en Río de Janeiro batiendo a rivales como Casey Stoner, Alex de Angelis, Dani Pedrosa o Andrea Dovizioso. Honda se fijó en él y le fichó para 250 cc en 2005, aunque sólo estuvo un año en la marca japonesa, pasando en 2006 a Aprilia con la que conquistó sus dos primeros títulos y un total de 17 triunfos, aderezados ya con esas celebraciones 'marca de la casa' que hacían recordar a las del primer Valentino Rossi y una agresividad que fue calmando con el paso de los años.

Sin embargo, en aquella época ya tuvo que mostrar fortaleza mental para lidiar con la mala relación entre su padre y su manager, Dani Amatriain, uno de sus mentores, teniendo que desprenderse de ambos y seguir su camino por su cuenta. Un camino de vino y rosas con unos números sobresalientes. En los 232 grandes premios en los que ha participado, ha conseguido 61 victorias, 135 podios y 61 poles. "Estoy contento por igualar a mi ídolo Ayrton Senna", dijo en los micrófonos de MovistarTV.