Probablemente si hablásemos de los grandes talentos del mundo del fútbol, el nombre de Julian Weigl todavía no estaría entre los elegidos. Sin embargo, este joven centrocampista del Borussia Dortmund ha batido un récord que ostentaba el mismísimo Xabi Alonso.
En la victoria del domingo ante el Eintracht (4-1), Weigl tocó 189 balones, la mejor marca en la Bundesliga que hasta ahora era propiedad del español con 172 intervenciones con el esférico.
La marca no se queda ahí, y es que durante este partido Weigl acertó 143 pases, más que ningún otro futbolista de los cinco grandes campenatos europeos.
Su carta de presentación en su primera temporada en la élite está siendo espectacular, pero ¿de dónde viene Weigl? ¿Cuál es la historia de una de las promeses inesperadas de la temporada 2015/2016?
Hasta el año pasado, Weigl militaba en las filas del Munich 1860, un histórico que está viviendo uno de sus peores etapas. Weigl estuvo bajo el mando de tres entrenadores distintos, pero finalmente lograron salvar la categoría y no descender a la tercera división alemana.El talento de un mediocentro defensivo en uno de los conjuntos con los resultados más malos del fútbol bávaro, pasó desapercibido para todos menos para el Borussia Dortmund, que pagó tres millones de euros por él.Tuchel le ha dado los mandos de la medular con tan solo 20 años, y los resultados están ahí. El 8 de septiembre, Weigl ya contaba con el mejor porcentaje de precisión en el pase (93%), justo el día que cumplía dos décadas de vida.93 - @JuWeigl currently has the best passing accuracy of all players of the @BVB (93%) and celebrates his 20th birthday today. Talent.— OptaFranz (@OptaFranz) septiembre 8, 2015Fortalezas y debilidades
Como buen mediocentro, Weigl hace el trabajo de distribuir el balón desde atrás sin hacer mucho ruido. Lo que le hace destacar por encima del resto es su sentido para ocupar los espacios, su capacidad para sacar el cuero jugado y su confianza con la pelota en los pies.
Es alto pero delgado. Sin embargo, Weigl ha subsanado esta debilidad con su gran posicionamiento. Eso sí, sabe cuándo hacer la entrada perfecta para devolver el balón a su equipo.
Su constitución esbelta le puede hacer pasar apuros en ocasiones. En la segunda división alemana aprendió de los errores para utilizar sus virtudes.
Su ímpetu también puede ser un problema, pero con 20 años y como dice su entrenador: "Prefiero que pida el balón a que se esconda".
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