La antorcha olímpica, un escaparate de lujo para el Reino Unido

  • En el ecuador de su recorrido por el Reino Unido, la antorcha olímpica es un escaparate de lujo de lo británico con una ruta que ha tocado referencias cinematográficas, lugares de leyenda y la vasta herencia cultural del Reino Unido.

Jorge Peris

Londres, 18 jun.- En el ecuador de su recorrido por el Reino Unido, la antorcha olímpica es un escaparate de lujo de lo británico con una ruta que ha tocado referencias cinematográficas, lugares de leyenda y la vasta herencia cultural del Reino Unido.

La playa de West Sands en St Andrews al este de Escocia, donde se rodó la escena inicial del filme "Carros de fuego", ganadora de cuatro Óscar en 1982, o el Castillo de Alnwick, al norte de Inglaterra, lugar donde se filmaron las aventuras del joven mago Harry Potter, fueron dos de los emplazamientos visitados por la llama olímpica en su camino hasta el Estadio Olímpico de Londres.

El Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (LOCOG) planteó una ruta ambiciosa en la que la antorcha pasará por algunos de los lugares más emblemáticos de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte durante 70 días hasta su llegada a la capital británica.

Desde la llegada de la llama al Reino Unido el pasado 18 de mayo, el espectacular despliegue de medios técnicos y humanos encargado de seguir a la antorcha ha ido acompañado de cientos de miles de británicos que se han echado a las calles para celebrar la cita olímpica.

El LOCOG, que ha preparado al detalle cada uno de los setenta días de recorrido de la antorcha por el Reino Unido, ha querido explotar al máximo las cualidades británicas y utilizar la antorcha no solo como un símbolo unificador, sino como la mejor publicidad de lo británico hacia el resto del mundo.

Escenarios tan espectaculares y tan típicamente británicos como el célebre Lago Ness en Escocia, la cumbre de Snowdon, la más alta de Gales con 1.085 metros de altitud, el Castillo de Edimburgo o el místico monumento megalítico de Stonehenge son algunos de los emplazamientos que visita la llama durante este viaje.

La celebración de los Juegos Olímpicos, terceros que acoge la ciudad de Londres, han hecho que los ojos del mundo entero estén sobre el Reino Unido, lo que ha utilizado Sebastian Coe, presidente del LOCOG, para planificar un recorrido que mostrara a los millones de televidentes las virtudes y el buen hacer del país.

La participación en los relevos de deportistas, músicos y famosos como los futbolistas David Beckham y Didier Drogba, el golfista Colin Montgomerie, los integrantes del grupo de rock Muse o la amazona Zara Phillips, nieta de la reina Isabel II, han contribuido a promover la imagen del Reino Unido en el resto del mundo.

Este movimiento olímpico, unido a los magníficos escenarios por donde pasa la llama y a los muchos famosos que han participado como relevistas, ha hecho que los habitantes del Reino Unido se unan a esta única y multitudinaria celebración.

La ciudad de Londres también se vestirá de gala para recibir a la antorcha el próximo 26 de julio y se espera que cientos de miles de personas se echarán a las calles en una ruta que pasará por algunos de los lugares más emblemáticos de la capital británica.

El multicultural barrio de Camden, la Catedral de San Pablo, la céntrica plaza de Trafalgar Square, Downing Street, residencia del primer ministro David Cameron, o el Palacio de Buckingham serán algunos emplazamientos por los que pasará el fuego sagrado antes de concluir la ruta con un multitudinario concierto en Hyde Park, donde actuarán artistas de renombre en el panorama británico.

La llama ha viajado en coche, tren, globo o telecabina en una ruta que concluirá el próximo 27 de julio con su llegada triunfal al Estadio Olímpico de Stratford, al este de la capital británica, en una ceremonia a cargo del realizador inglés Danny Boyle, director de películas como "Trainspotting", "127 horas" o "Slumdog Millionaire", que transformará el estadio en la campiña británica.

"Green and pleasant" ("Verde y apacible") es el título de la primera parte de una ceremonia en la que Boyle, de la mano de 10.000 voluntarios, intentará culminar de la forma más espectacular posible setenta días de ruta de una antorcha muy británica.

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