La bandera roja no hubiera ayudado a Shoya Tomizawa

  • Tomizawa murió por auténtica mala suerte: no se puede culpar al circuito, a la seguridad, a la dirección de carrera, a los servicios médicos o a cualquier otro activo del Mundial de Motociclismo. Shoya nos dejó porque tuvo la mala suerte de caerse donde no debía, porque tuvo la mala suerte de quedarse en medio de la trazada de otros dos pilotos, porque tuvo la mala suerte de que Alex de Angelis le golpeara en la cabeza, porque tuvo la mala suerte de no salir despedido hacia uno u otro lado y porque tuvo la mala suerte de que Scott Rending le pasara por encima.
Muere el piloto japonés Shoya Tomizawa tras un grave accidente
Muere el piloto japonés Shoya Tomizawa tras un grave accidente
lainformacion.com

Nadie tiene la culpa de que Shoya Tomizawa nos haya abandonado. Muchos se preguntan hoy por qué no se paró la carrera tras el accidente, si hubiera servido para algo. La respuesta es 'no'. Los servicios de urgencia salieron con una celeridad asombrosa, retiraron en tiempo récord el cuerpo del piloto japonés y se le atendió justo detrás de las barreras donde esperaba ya una ambulancia con servicios de respiración asistida. Nada hubiera sido más rápido.

El jefe médico de la carrera, el Doctor Claudio Macchiagodena, reconoce que no se pudo hacer nada: "Vimos desde el primer momento la gravedad del accidente y decidimos trasladarle en ambulancia al hospital para que los médicos siguieran atendiéndole, algo que no podríamos haber hecho si se le hubiera evacuado en helicóptero. Desgraciadamente, tampoco sirvió de nada".

La cronología de lo sucedido confirma que de nada hubiera servido detener la prueba, una circunstancia que sólo se lleva a cabo en contadas excepciones. Paul Butler, director de carrera, explicaba su decisión de no sacar bandera roja: "La intervención médica ha sido muy rápida y muy eficiente (...) La siguiente etapa tiene que ver con la seguridad de los otros pilotos en la pista y la intervención de los comisarios ha sido muy rápida así que no había riesgo para los otros corredores. Las motos caídas y los restos se han retirado muy rápidamente y por lo tanto no había ninguna razón para exhibir la bandera roja".

El accidente ocurrió en la vuelta 12 de las 26 a las que estaba programada la carrera. Era la una menos diez de la tarde. Noventa minutos después, a las dos y veinte, se hacía oficial el fallecimiento de Tomizawa, aunque no se comunicó a los medios hasta quince minutos después. Hay quien asegura que la noticia se supo antes y que se podía haber suspendido la carrera de MotoGP. Carmelo Ezpeleta, máximo responsable de Dorna que es quien organiza la carrera, lo niega.

"Nada más conocer la noticia, lo primero ha sido comunicárselo a la familia de Shoya, por eso hemos tardado un poco más, pero no lo supimos antes de que arrancara MotoGP". Javier Alonso, también de Dorna, confirmaba esas palabras en una rueda de prensa el mismo domingo: "Lo primero que hemos hecho cuando hemos recibido la noticia ha sido informar a la familia".

Un accidente inevitable que forma parte de las carreras. Es el riesgo de pilotar a 300 kilómetros por hora. La buena noticia es que pasa muy pocas veces (la última fue en 2003 en el accidente de otro japonés, Daijiro Kato). La mala es que sigue pasando.

Mostrar comentarios