La Copa no olvida el fútbol de España

  • La Copa América ha alcanzado su ecuador en Argentina cuando se cumple un año de la final del último Mundial y lo hace sin olvidar el triunfo de España en Sudáfrica y con el deseo en algunos equipos de jugar como hace la actual campeona del Mundo.

Alfonso Gil

Buenos Aires, 11 jul.- La Copa América ha alcanzado su ecuador en Argentina cuando se cumple un año de la final del último Mundial y lo hace sin olvidar el triunfo de España en Sudáfrica y con el deseo en algunos equipos de jugar como hace la actual campeona del Mundo.

Hoy se cumplen 365 días del gol marcado por Andrés Iniesta en el minuto 116 de la final contra Holanda en el Soccer City de Soweto, que dio el primer título mundial de su historia al fútbol español, tras un torneo en el que la selección dirigida por Vicente del Bosque rindió a un gran nivel.

Las alusiones al juego de España no llegan a la altura y la intensidad de los debates que hablan de Leo Messi y el juego del Barcelona, pero son un asunto que siempre está presente por el deseo de algunos de jugar como los españoles o para dejar constancia de que el propio equipo tiene un juego propio, diferente al de España.

Mucho más que en Europa, el éxito o el fracaso en un Mundial permanece en el fútbol sudamericano durante cuatro años. Cualquier análisis de la selección uruguaya, por ejemplo, no deja de lado que fue el mejor equipo de Sudamérica en Sudáfrica y que finalizaron el torneo en cuarta posición.

Sin embargo, por lo que respecta al juego, pocos equipos tienen que ver con la imagen que dio España tanto en el Mundial como en algunos de los últimos encuentros de competición.

El panorama, no obstante, presenta paradojas. Las críticas recibidas por Argentina, que ha jugado con tres medios centro y con un resultado pobre hasta ahora en esta Copa, van a veces acompañadas del recuerdo del partido amistoso de septiembre del año pasado en el estadio Monumental en el que Argentina goleó por 4-1.

Con Javier Mascherano, Éver Banega y Esteban Cambiasso en el centro del campo, su esquema no fue el mismo que el de España y la consideración hacia el juego del conjunto que entrena Sergio Batista, tampoco.

Brasil, por su parte, sólo pretende recuperar su fútbol y hacer olvidar la frialdad de la etapa de Dunga. El camino puede haber empezado, pero el final no se vislumbra cercano.

Ni tan siquiera algunas de las selecciones que han rendido bien en la Copa juegan "a la española". Colombia es un equipo con buena defensa y con calidad en el centro del campo (Guarín, Moreno, Aguila), pero mucho más vertical que España, un equipo que elabora el juego con un estilo que nadie por aquí práctica.

Rodallega, pero sobre todo, Ramos y Falcao juegan con más espacios que los que deja España a sus delanteros cuando hombres como, Xavi, Xavi Alonso o Iniesta tienen el balón a diez metros del área rival.

Otras, más allá de que sus resultados hayan sido dispares, son selecciones en formación como es el caso de México o Costa Rica, esta última con un perfil propio que su técnico, el argentino Ricardo La Volpe, no compara ni con el de Argentina ni con el de España.

Óscar Tabarez ha sabido sacar un gran rendimiento a la selección de Uruguay y ha alabado el fútbol de España, pero con tridente compuesto por Diego Forlán, Luis Suárez y el ahora lesionado Edinson Cavani, su estilo es otro por muchos motivos, aunque quizá el más destacado sea el perfil de sus centrocampistas.

Diego Pérez y Egidio Arévalo Ríos son dos hombres de brega, de recuperación y de ida y vuelta y la creación queda para Nicolás Lodeiro o para otras variantes como la que dio entrada a Álvaro Pereira por delante de la defensa en la anda izquierda ante Chile.

Un año después del Mundial, España mantiene el primer lugar en la clasificación de la FIFA, mientras que el primer país de los compite en la Copa es Brasil, que ocupa el quinto puesto. Además, México, Argentina y uruguay están entre los veinte primeros.

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