La crisis no cesa en el Real Zaragoza en 2013 a pesar del cambio de temporada

  • El 2013 lleva camino de convertirse en un auténtico 'annus horribilis' para un Real Zaragoza que no sabe cómo poner fin a su tremenda crisis deportiva, pero la económica no es menor, que comenzó con el estreno del año y todavía no ha sido capaz de hacerla, al menos, remitir.

José Luis Sorolla

Zaragoza, 2 sep.- El 2013 lleva camino de convertirse en un auténtico 'annus horribilis' para un Real Zaragoza que no sabe cómo poner fin a su tremenda crisis deportiva, pero la económica no es menor, que comenzó con el estreno del año y todavía no ha sido capaz de hacerla, al menos, remitir.

El equipo aragonés llegó al final del 2012 feliz y satisfecho al cerrarlo con una victoria 'histórica', por aquello de ser el último partido que disputaba en el ya derruido estadio bilbaíno de San Mames y con 22 puntos en su casillero que le presagiaban, o al menos eso creyeron todos, una tranquila segunda vuelta en Primera división.

El regreso de las vacaciones navideñas se agrió desde el primer minuto y tras la primera derrota ante el Betis nadie fue capaz de dar el diagnóstico del principio de una enfermedad que cinco meses después devino en incurable y terminó mandando al equipo aragonés al "infierno" de la Liga Adelante.

Nada parecer haber cambiado en el equipo que ahora capitanea el catalán Paco Herrera, un técnico especializado en ascensos a la elite pero que en el equipo maño no acaba de encontrar la tecla para hacerlo funcionar.

En la primera parte del año fue el entrenador sevillano Manolo Jiménez el que terminó embarrancando la nave zaragocista, que tan solo un año antes había salvado de un naufragio seguro, aunque ya acumulaba tres temporadas coqueteando con el peligroso abismo del descenso.

En las tres primeras jornadas de esta temporada, el equipo aragonés ha seguido elevando la presión a los pernos de su delicada estructura que empiezan a saltar por todos los lados y únicamente ha sido capaz de sumar dos puntos por medio de otros tantos empates y una derrota (1-0), el pasado sábado en el Mini Estadi frente al filial del FC Barcelona.

El panorama para los seguidores zaragocistas es de un solar en ruinas en un 2013 en el que ha disputado un total de veintiocho partidos oficiales de los que únicamente tres, dos en Liga y uno en la Copa del Rey, ha sido capaz de solventar con una victoria.

El Levante cayó en La Romareda en enero de 2013 en la vuelta de los octavos de final coperos y en mayo, en lo que fueron sus últimos estertores de una vida que se le iba por todos los poros, también en el estadio maño cayeron consecutivamente Mallorca (3-2) y Rayo Vallecano (3-0).

El resto, un empate copero ante el Sevilla antes de caer eliminado con estrépito en la capital hispalense en cuartos de final; seis empates en Primera división, y los dos citados en la categoría de plata.

El Real Zaragoza, un histórico con seis títulos coperos, una Recopa y una Copa de la UEFA, parecía llamado a ser uno de los referentes en la Liga Adelante, pero tanto sus resultados como su rendimiento en estos primeros compases de la competición no le están acompañando y le están conduciendo a una situación de auténtica emergencia de la que necesita salir cuanto antes.

Siendo preocupantes sus resultados deportivos, todavía lo es más el calendario de pagos al que debe hacer frente como Sociedad Anónima Deportiva, que ha estado en concurso de acreedores y se ha comprometido a hacer frente a unas deudas para las que, en la división de plata, los ingresos se ven muy mermados y restan todavía más el margen de maniobra.

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