Los 9.792 aficionados que acudieron el pasado martes a presenciar el Doncaster - Middlesbrough aplaudieron durante un minuto por la memoria del hijo de Billy Sharp. Había fallecido el pasado sábado con sólo dos días de vida y le rindieron ese pequeño tributo.
Durante ese minuto, Billy Sharp lloró desconsoladamente. Había telefoneado la noche antes a su técnico, Dean Saunders, y le había dicho que quería jugar al día siguiente: quería hacer su pequeño homenaje a su hijo. Y lo hizo.
Billy recibió un balón en la esquina del área y lo empalmó a la escuadra con una volea impresionante. Un golazo. Su golazo. El 'gol de su vida', como él mismo dijo después.
Sharp levantó su camiseta para exhibir una dedicatoria: "Esto es para ti hijo". El delantero no pudo tener mejor recuerdo para su hijo fallecido. Desgraciadamente, no pudo redondearlo con una victoria (su equipo perdió 1-3) y el Doncaster sigue colista de la Championship.
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