La losa de la historia impidió rugir a los Pumas

  • Y el día llegó. El sueño de miles de rugbiers argentinos y de medio mundo por fin se veía cumplido. Más allá de la Copa del Mundo y la delicia que suponía encontrarse con los Pumas dejándose la piel en la cancha cada cuatro años, los aficionados al rugby podrán disfrutar durante, al menos, los próximos cuatro años viendo a los siempre aguerridos argentinos partiéndose el lomo contra los mejores combinados nacionales del planeta rugby.

South Africa's Zane Kirchner and Argentina's Juan Martin Fernandez Lobbe contest a high kick during their rugby union test match in Cape Town
South Africa's Zane Kirchner and Argentina's Juan Martin Fernandez Lobbe contest a high kick during their rugby union test match in Cape Town
Reuters
José Luis Avilés

Los de Santiago Phelan saltaron al DHL Newlands Stadium de Ciudad del Cabo con la certeza de que cada una de sus pisadas estaba escribiendo una nueva página en la historia viva del rugby argentino. Una losa, quizás demasiado pesada, para una escuadra que desde que despegase en la escena mundial en la Copa del Mundo de Francia 2007 ha sufrido una renovación casi completa. Con Juan Fernández Lobbe, Rodrigo Roncero y Juan Martín Hernández como grandes baluartes, los jóvenes Pumas no consiguieron entrar en el partido y el precio de las imprecisiones ante una superpotencia como Sudáfrica resultó sumamente elevado.

Más aún, cuando los Springboks de Heyneke Meyer no vacilaron en defensa y fijaron su punto de mira en la principal baza albiceleste, para impedir que los delanteros comandados por Juan Figallo consiguieran acumular fases en sus acciones de ataque. Así, con la rudeza en defensa de un equipo que quería comenzar el torneo dando un golpe de autoridad en su morada, los sudafricanos sellaron por completo cualquier resquicio de su defensa para ahogar a unos dóciles pumas que no encontraron forma alguna de resquebrajar el muro que ante sí se encontraron.

El acierto con el pie de Morné Steyn y las innumerables infracciones a las que tuvieron que recurrir los albicelestes para suplir su falta de garra hicieron el resto. Pero no se dejen engañar por el marcador. El 27-6 que finalmente imperó en Ciudad del Cabo no será premonitorio del papel que jugarán los Pumas en su estreno en el torneo del hemisferio sur.

Ante los máximos acaparadores de títulos mundiales, los de Phelan sabrán resurgir de sus cenizas para volver a la senda que les llevó a embaucar a los aficionados de medio mundo. La entrega, la garra y la pasión con que habrán de empapar su rugby ante Sudáfrica el próximo sábado 8 de septiembre en el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza seguro le llevará a volver a rugir.

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