La máquina azulgrana se gripa lejos del Camp Nou en Europa

Si le preguntan a un aficionado cualquiera del Barcelona cuándo fue la última vez que su equipo logró la victoria a domicilio en la Champions, más de uno no sabría la respuesta correcta. Fue en Kiev, el 9 de diciembre del año pasado, cuando el equipo de Guardiola se impuso a los ucranianos del Dinamo por 1-2 con goles de Xavi y Messi. Desde entonces, y aunque parezca increíble, ninguna victoria más y sí empates, muchos empates. En las quinielas de Champions, la X parece un valor seguro cuando el Barcelona se aleja del Camp Nou.

En octavos de final de la pasada Liga de Campeones, empató sin goles con el Stuttgart. Estuvo a punto de lograr la victoria en cuartos en el Emirates, ante el Arsenal, pero Cesc, de penalti (ése con el que se lesionó al chutar) y Walcott igualaron las dos dianas de Ibrahimovic, que meses después dejaría el club por su ausencia de feeling con Guardiola. No obstante, el Barcelona avanzaba en la Champions porque en casa marcaba los tantos de cuatro en cuatro.

Llegó el Inter de Mourinho y el rey del empate cayó en el Giuseppe Meazza por 3-1. Un mal resultado que dejaba la puerta abierta a la esperanza por el gol de Pedro que había abierto el choque. Mas en el Camp Nou, con los italianos colgados del larguero, sólo Piqué vio puerta y el Barcelona se quedaba a las puertas de la final del Bernabéu en una jornada muy dolorosa.

Sin victorias fuera en el actual torneo

Temporada nueva, pero no cambia la tendencia. El Barcelona todavía no ha sido capaz de sumar tres puntos en la Champions a domicilio. Empató en Kazan ante el Rubin (1-1) y repitió el resultado ante el Copenhague. Igual que en casa gana con solvencia, fuera vuelve a griparse la máquina culé.

Los datos son muy claros. En los últimos 10 partidos que ha jugado el Barcelona fuera del Camp Nou en Champions, ha logrado una victoria, ocho empates y una derrota. Unos números que hablan de la dificultad de la máxima competición europea, pero que también muestran un punto débil. Parece increíble que un equipo con Messi, Villa (antes Ibrahimovic), Iniesta, Pedro, Xavi y tantos buenos jugadores cambie tanto según juega como local o visitante, pero así es.