Había confusión entre los periodistas antes del partido. En principio, Khedira saldría como acompañante de Xabi Alonso, pero la alineación oficial confirmó a Lass, y el francés ha aprovechado con creces la titularidad. Primera parte de manual del jugador del Real Madrid, perfecto con el balón y asfixiante, como siempre, en la presión al rival.
Su imagen ha sido radicalmente distinta a la del sábado pasado. Errático entonces, acabó prematuramente sustituido mediado el primer tiempo. Este domingo, en cambio, ha dominado el centro del campo. Diarra protege la pelota como muy pocos con su menudo físico, ha sabido cuándo regatear, cuándo arriesgar y cuándo jugar fácil.
Pero también se ha concentrado en lo que mejor sabe hacer, recuperar balones, presionar y ahogar el juego del contrario. Siempre por delante de Xabi Alonso, doblaba al tolosarra en las contras y se replegaba antes que el vasco al defender. Es un pulmón y el Madrid lo ha agradecido. No es la solución a los problemas de creación en estático que tienen los hombres de Mourinho, pero aporta equilibrio. Khedira sustituyó al francés en la segunda parte.
Su repertorio de pases es limitado pero efectivo. Desde el pase al primer toque a Alonso a la opción arriesgada, en largo, hacia Cristiano Ronaldo. Lass también le ha dado pausa al partido, especialmente en los instantes finales del primer tiempo. Pisando la pelota, ha parado un partido que el Madrid tenía encarrilado con el gol de Higuaín, y se ha redimido de su mal partido ante el Rayo Vallecano.
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