La muerte de Shoya Tomizawa en Misano Adriático fue fruto de la mala suerte

El japonés Shoya Tomizawa, una de las grandes revelaciones del campeonato del mundo de motociclismo en la categoría de Moto2, perdió la vida en un fatal accidente durante la disputa del Gran Premio de San Marino de Moto2 al ser embestido por otros pilotos que no pudieron evitarle tras su caída.

Hacía muchos años que no se producía una muerte en competición, puesto que la última databa del 2003, cuando precisamente a otro piloto japonés, Daijiro Kato, doble campeón del mundo de los 250 c.c., se le enganchó el acelerador de su Honda de MotoGP y se estrelló contra un muro en el trazado japonés de Suzuka.

Sólo se puede considerar fruto de la mala suerte el accidente que le ha costado la vida a Shoya Tomizawa, pues no es habitual que un piloto caído acabe embestido por quienes le siguen, pero entra dentro de lo posible que así suceda cuando el margen entre ellos es tan estrecho. Que la prueba se hubiera detenido no habría ayudado en nada al japonés.

Igual de fatalidad se podría considerar el fallecimiento en 1993 de otro piloto japonés, Nobuyuki Wakai, quien atropelló a un espectador en la zona de talleres del circuito de Jerez con tan mala fortuna que éste no sufrió ninguna lesión pero el corredor se estrelló contra el muro de hormigón y perdió la vida de manera casi instantánea.

Las competiciones de motociclismo conllevan ese riesgo y quienes disputan el campeonato del mundo lo asumen, aunque bien es cierto que piensan que nunca les puede suceder a ellos, de la misma manera que Fonsi González Nieto nunca hubiera llegado a pensar que una fractura de pie estuviera a punto de costarle la vida por un error médico.