La NFL y el sindicato se dan 24 horas más para lograr un acuerdo sobre el convenio

  • Redacción EEUU.- Después que el presidente Barack Obama anunciase públicamente que no iba a intervenir en el conflicto laboral que afecta a la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), los dueños de los equipos y el sindicato de jugadores se dieron un plazo de 24 horas más para tratar de alcanzar un acuerdo en la firma de un nuevo convenio colectivo.

Redacción EEUU.- Después que el presidente Barack Obama anunciase públicamente que no iba a intervenir en el conflicto laboral que afecta a la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), los dueños de los equipos y el sindicato de jugadores se dieron un plazo de 24 horas más para tratar de alcanzar un acuerdo en la firma de un nuevo convenio colectivo.

Como se esperaba, llegó la medianoche del jueves, fecha en la que finalizó el antiguo convenio colectivo, y ni los dueños de los equipos de la NFL ni el sindicato de jugadores habían alcanzado un acuerdo sobre el futuro laboral del deporte favorito de los estadounidenses.

Pero, al menos, las partes se dieron un plazo de otras 24 horas más para seguir manteniendo conversaciones y negociando una salida positiva, algo que no parece fácil por las posiciones encontradas entre los dueños de los equipos y el sindicato de jugadores.

"Las partes acordaron una extensión de un día", informó el mediador federal George Cohen en un comunicado de un párrafo después de asistir a una reunión de casi ocho horas entre las partes.

De no haberse llegado a este aplazamiento probablemente se hubiese ido al primer paro laboral desde 1987 para una liga que genera unos ingresos anuales de 9.000 millones de dólares.

"A todos los aficionados de nuestro deporte les agradecemos su paciencia mientras nos ocupamos de éste", expresó el director ejecutivo del sindicato, DeMaurice Smith, cuando salía de las conversaciones. "Vamos a seguir trabajando. Queremos jugar".

Por su parte, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, también reiteró al salir de la reunión que están trabajando "tan arduamente" como pueden.

La eventual final del contrato pondría a las partes en el camino de un año sin partidos, aunque la primera patada de la temporada del 2011 aún está a seis meses de distancia.

La inquietud laboral llega en momentos en que la NFL está en la cúspide de su popularidad, rompiendo récords de audiencia en televisión: el Super Bowl de este año fue el programa más visto en la historia de Estados Unidos.

Sin un nuevo contrato, los propietarios podrían efectuar un cierre patronal y el sindicato disolverse con el fin de acudir a los tribunales para tratar de impedir dicho cierre, algo que hizo en 1989. Volvió a formarse en 1993.

Varias fuentes periodísticas con conocimiento del contenido de las conversaciones consideraron que la ampliación de 24 horas era una oportunidad para decidir si habría disposición para extender más las negociaciones, no porque las posiciones están ya cerca para firmar un nuevo convenio colectivo.

La mismas fuentes reiteraron que las partes estaban distanciadas en la parte económica, pero que habían convenido en otros temas, aunque no especificó.

De lo anterior se desprende que no estaba previsto que las partes reanudasen el viernes las conversaciones directas. Sostendrán en cambio reuniones por separado con Cohen para ver si prolongan la extensión, y si es afirmativo, entonces saber por cuántos días.

El sindicato insistió que lo único que hay cierto es que concedieron una extensión por 24 horas, pero no podían especificar nada más después de 10 días de reuniones con el mediador federal Cohen.

Quien si fue categórico sobre el asunto fue el presidente Obama cuando le preguntaron su opinión sobre el conflicto y si pensaba intervenir.

"Soy muy aficionado al fútbol estadounidense", afirmó Obama, "pero también pienso que un sector que gana 9.000 millones de dólares al año puede dilucidar cómo dividirlos de una forma juiciosa y no defraudar a sus aficionados, que son los que obviamente permiten que ganen todo ese dinero", subrayó el mandatario estadounidense.

Obama reiteró que su "expectativa" y "esperanza" era que las partes resolviesen el conflicto sin que tuviera que intervenir el presidente de la nación, que tiene otros asuntos más importantes de que preocuparse y tratar.

El punto más conflictivo hasta ahora ha sido la manera de dividir los ingresos de la liga, incluida la parte que los dueños deben recibir para cubrir ciertos gastos, como la construcción de estadios.

Según el contrato aún vigente, los propietarios recibieron casi 1.000 millones de dólares por dicho concepto. En las negociaciones buscan una cantidad adicional de otros 1.000 millones de dólares.

Entre otros temas relevantes están la escala salarial de los novatos, la intención de los dueños de aumentar de 16 a 18 el número de los partidos en la temporada regular y al mismo tiempo reducir la pretemporada en dos encuentros, y las prestaciones para los jugadores retirados.

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