La noche que Messi destrozó al Arsenal

Que Messi deslumbre y machaque a los rivales no es nada nuevo. Y el Arsenal de Arsene Wenger puede dar fe de ello. El destrozo que hizo el argentino a la defensa inglesa la pasada temporada la deben tener todavía muy en cuenta los jugadores del conjunto inglés. Entre ellos, un Cesc Fábregas que vio la exhibición desde su casa, ausente en el Camp Nou por lesión.

En juego estaba una plaza en las semifinales de la Champions League y en el horizonte una final en el estadio del máximo rival culé, el Santiago Bernabéu. Los azulgrana venían del Emirates Stadium con un 2-2 en el partido de ida. Incluso el empate en el coliseo barcelonés les serviría para pasar de ronda.

Pero he ahí que los “gunners”, por medio de Bendtner, se adelantaban en el electrónico llevando el miedo al cuerpo de la parroquia local. Eso era en el minuto 18. No debió de ver claras las cosas La Pulga que decidió echarse el equipo a sus pequeñas espaldas para igualar el choque apenas tres minutos después. Eso sólo fue el comienzo.

Messi se convirtió en extrarrestre y dio una lección a todo el mundo de lo que es capaz de hacer con sus pies. Se fue al descanso con un hat-trick en su cuenta goleadora tras batir a Almunia en tres ocasiones en poco más de veinte minutos. El español, portero visitante, no sabía qué hacer. La puntilla llegó en el 88 cuando Leo firmó su cuarto tanto mientras todo el Camp Nou coreaba su nombre. La Pulga destrozó al Arsenal.