Los enfrentamientos, entre los hinchas del París Saint-Germain y el Chelsea en la pasada edición de la Champions League, dieron lugar a que este año se incrementase la vigilancia en el duelo de los octavos de final. Por ello, la seguridad aumentó y no dejaron pasar ni una a los aficionados londinenses.
Corría el minuto 45, cuando Obi Mikel anotaba el empate a uno en la última jugada de la primera parte. En ese momento, como es normal, todos los aficionados blues celebraron el gol de su equipo. La unidad de antidisturbios CRS de Francia, que custodiaba a estas personas, cogieron el spray de gas pimienta que llevaban guardado y lo usaron contra este público. El objetivo era calmar a los fans, que se encontraban en el extremo más alejados del Parque de los Príncipes.
La intención era evitan que no se repitieran las escenas del año anterior cuando aficionados de ambos conjuntos se enfrentaron en las afueras del estadio parisino. A pesar de haber confrontación entre aficionados de ambos bandos, no hubo ningún incidente. Únicamente, la policía evitó con esa medida que el partido hubiese terminado sin ningún percance.
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