Colombia ha regresado a una fase final de la Copa del Mundo después de una ausencia de 16 años, y tras dos victorias la alegría que han llevado a su hinchada no es posible medirla. Además del buen juego ofrecido frente a los combinado s de Grecia y Costa de Marfil, la tricolor ha vencido a la anfitriona en la competición de baile.
La danza de la alegria que han adoptados los jugadores colombianos después de cada gol ha arrasado en el país de la samba, por la diversión que transmite a todo el que la contempla.
El tumbao de los colombianos en cada uno de los encuentros disputados no ha tenido réplica de altura en ninguna de las otras selecciones en competición, aunque los chicos del combinado ganés han estado muy cerca de lograrlo.
Otra perspectiva del bailecito de la selección colombiana, que desata la locura en su hinchada y a cualquiera le provoca un deseo irrefrenable de bailar.
Ghana no enamora solo por su juego y potencia, ni por el exquisito trato que procuran al balón, también por la enorme plasticidad y trabajo en equipo que dejaron para la historia celebrando un tanto. Esto es arte.
Sturridge, de Reino Unido, sabe lo que se debe hacer cuando marcas un gol para Inglaterra, tan necesitada de puntería en los últimos años.
En Nigeria tienen muy claro que se espera de ellos cuando las águilas verdes logran un tanto durante los partidos del Mundial.
Y si alguien creía que los anglosajones son demasiado serios para darse al baile, que juzguen a esta locutora en pleno trabajo.
Esperemos que, de aquí al final del Mundial de Brasil, tengamos ocasión de ver nuevos bailes y celebraciones, como la célebre pesca con caña.
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