La temporada que confirmó a la nueva generación que lideran Quintana y Aru

  • La temporada 2015 de ciclismo sirvió para confirmar que ya existe una nueva generación de corredores, liderada por el colombiano Nairo Quintana y el italiano Fabio Aru, dispuesta a tomar el relevo de los veteranos del pelotón.

Quintana, Aru, el también colombiano Esteban Chaves, el holandés Tom Dumoulin o el español Mikel Landa... Todos tienen algo en común: destacaron en 2015 y nacieron en los años 90 (salvo el vasco que lo hizo en diciembre del 89).

Por edad, incluso, podría incluirse al eslovaco Peter Sagan, uno de los mejores velocistas del pelotón que coronó un buen Tour de Francia (maillot verde de la regularidad y varios segundo puestos) con el título de campeón Mundial de ciclismo en Ruta logrado en Richmond (Estados Unidos), aunque el corredor del Saxo-Tinkoff, un talento precoz, ya hace varios años que despunta en el seno del pelotón.

Quintana, que cumplirá 26 años el 4 de febrero, tampoco es un novel en este mundo, pero 2015 sirvió para confirmarle como un potencial ganador del Tour de Francia.

Repitió el segundo puesto en la Grande Boucle de la temporada 2013, pero en la última edición, el ganador del Giro-2014 puso contra las cuerdas al británico Chris Froome, que parecía intocable hasta el prodigioso ascenso de Quintana en el mítico Alpe d´Huez, en la penúltima etapa de la prueba.

El minuto y doce segundos que separó a Quintana del primer puesto del podio en París es una diferencia de tiempo menor a la que perdió el colombiano con respecto a Froome en la segunda etapa, con final en Zelanda (Holanda), en la que la lluvia, el viento y una caída en el pelotón dejó cortado al corredor del Movistar.

Pero Quintana ya está pensando en el Tour de 2016. "Es un buen recorrido para nosotros. Creo que hay muy buena montaña, en bastante cantidad y con finales que ya conozco en algunos casos y donde lo he podido hacer muy bien, como Mont Ventoux o Morzine", señaló durante la presentación del trazado de la próxima edición, en la que el menudo escalador de Cómbita aspirará a ser el primer colombiano en ganar la carrera más importante del ciclismo.

Otro joven corredor que confirmó en 2015 las buenas sensaciones que había dejado el año precedente fue el italiano Fabio Aru, cinco meses menor que Quintana.

Si en 2014, el ciclista italiano sorprendió con un tercer puesto en el Giro ganado por Quintana y un quinto en la Vuelta, un año después confirmó con su victoria en España y un nuevo podio (segundo) en Italia.

En el Giro, en mayo, puso contra las cuerdas a Alberto Contador en las dos últimas etapas alpinas antes de la llegada a Milán, quedándose a menos de dos minutos de la maglia rosa.

Cinco meses después, logró su primera gran ronda por etapas, en una gran Vuelta a España que cayó del lado del italiano en una épica penúltima etapa, a las puertas de Madrid, en la que Aru llevó a cabo un ataque de ciclismo antiguo, a 40 km de la meta en Cercedilla, para enfundarse el maillot rojo y llegar como líder a la capital española.

Su compañero en el equipo Astana, Mikel Landa, no había obtenido grandes resultados antes de 2015, pero en la pasada temporada despuntó como uno de los ciclistas de mayor porvenir. Ganó dos etapas en el Giro, carrera en la que acabó tercero, y en la Vuelta venció en otra etapa y ayudó a Aru a llevarse la prueba.

Estos buenos resultados le permitieron a final de temporada fichar por el Sky británico, uno de los equipos más potentes en el pelotón, aunque habrá que ver cómo encuadra en un grupo liderado por Froome.

La Vuelta a España también sirvió para 'descubrir' a otras dos potenciales estrellas del pelotón de los próximos años.

Tras pasarse en blanco la temporada 2014 por una grave caída en Tour del Mediterráneo, el colombiano Esteban Chaves comenzó suave el año para ir aumentando su rendimiento y acabar con una gran actuación: dos etapas en la Vuelta, siete días vestido de rojo y un quinto puesto en Madrid.

El holandés Tom Dumoulin había destacado en su corta carrera como un gran contrarrelojista, pero en España, en la tierra de Miguel Indurain, se destapó como un ciclista completo, capaz de aguantar en la montaña pese a medir 1,86 m, de la manera que permitió al navarro ganar cinco Tours.

Pese a acabar sexto en Madrid, el holandés será uno de los corredores a vigilar en el futuro.

Estos jóvenes corredores están llamados a inscribir sus nombres en las próximas ediciones de las grandes carreras por etapas, tomando el relevo de los veteranos Alberto Contador, Alejandro Valverde, Joaquim Rodríguez o Vincenzo Nibali.

mcd/psr

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