La venganza del delantero contra el entrenador fascista

La imagen de Paolo Di Canio haciendo el saludo fascista a los ultras de la Lazio, el equipo en el que jugaba, le convirtió en ídolo de la ultraderecha futbolera y en el ejemplo del jugador fascista. Dijo de sí mismo ser admirador de Benito Mussolini, aunque negó ser racista. Nunca se escondió.

Tras una muy buena carrera como jugador, dejó una gran imagen (futbolística) en su paso por el fútbol británico, donde cumplió con nota en las filas del Celtic, el Sheffield Wednesday, el West Ham y el Charlton. Pasado su tiempo como jugador, eso le sirvió para que le llamara el Swindon Town de la League Two (cuarta división del fútbol inglés) para que debutara como entrenador. Sin embargo, no tardó más que unas pocas semanas en liarla.

Tras un partido de Copa contra el Southampton en el que el Swindon perdió 3-1, el fichaje estrella del equipo, el delantero Leon Clarke (que la temporada pasada pertenecía al Queen's Park Rangers de la Premier League, aunque acabó siendo cedido), que apenas llevaba 12 días en el equipo, tuvo una discusión con el preparador físico en la que medió Di Canio. El italiano agarró a Clarke, que se soltó y ambos encararon el vestuario. Dentro, ocurrió de todo… y nada bonito. En el vídeo se aprecia bastante bien.

Como resultado de esto, el club buscó acomodo a Clarke y Di Canio dejó claro que mientras él fuera entrenador, Clarke nunca jugaría. El delantero firmó tres meses cedido con el Chesterfield, de la League One (tercera división, una por encima del Swindon), y está que se sale: seis goles en seis partidos, y el Chesterfield, que había sumado sólo dos puntos en seis partidos antes de la llegada del refuerzo, logró nueve en los siguientes seis encuentros y está fuera de la zona de descenso.

Entre tanto, el Swindon viaja en mitad de la tabla de la cuarta división, lejos de los puestos de ascenso. El cambio le vino a Leon Clarke de perlas. Habrá que ver qué ocurre cuando acabe su periodo de cesión y el Swindon tenga que decidir qué hace con él. Di Canio ha dejado claro que con él no volverá… aunque sea, de lejos, el mejor delantero que tiene.