La vida sigue igual para Mata y Torres

Aunque no lo admitirá públicamente, la marcha de Villa Boas es un alivio para Fernando Torres. El delantero español no se encontraba cómodo con el estilo de juego de su ex entrenador, los planteamientos del luso no sacaban partido de sus virtudes como futbolista. Con el regreso de Drogba de la Copa de África, y sin haber aprovechado esos partidos para ganarse la titularidad, el '9' presagiaba un final de temporada en el que el banquillo iba a ser el lugar habitual donde verle.

Con Di Matteo ha llegado una ráfaga de aire fresco para el ariete internacional español. A Torres se le vio ante el Birmingham feliz jugando al fútbol, algo inédito en los últimos meses. Lo logró gracias a que su nuevo técnico le da más libertad para moverse por todo el frente de ataque, a la vez que sus compañeros tienen la orden de buscarle con pases que aprovechen sus desmarques en profundidad.

Sobre el césped del St. Andrews Stadium se encontró con un antiguo compañero en el Atlético de Madrid como es Pablo Ibáñez, y salió ganador de su particular duelo. Lo único que le faltó fue marcar para redondear su buena actuación.

Agridulce noche pasó Mata, un reflejo de su primera temporada en el Chelsea. Fue el generador del juego ofensivo londinense, marcó un gol, pero falló un penalti. En esta campaña está siendo el mejor jugador de su equipo, sin duda, pero sus grandes partidos no están acompañados por el resto de compañeros. Contra el Birmingham, Meireles sí lo hizo, con un espectacular tanto. Un gol que lleva al Chelsea a la siguiente ronda y que sirve para que Di Matteo comience con buen pie su andadura al frente del equipo.