Lágrimas por Seve Ballesteros

  • Las campanas de la Parroquia de San Pedro, que tan desbocadas tañían cuando Severiano Ballesteros ganaba un gran torneo de golf, sonaron el pasado 7 de mayo a 'mortuos plango' (lloro a difunto). El genio de Pedreña moría a los 54 años de un tumor cerebral y el deporte se vistió de luto.

Antonio Tomás

Madrid, 19 dic.- Las campanas de la Parroquia de San Pedro, que tan desbocadas tañían cuando Severiano Ballesteros ganaba un gran torneo de golf, sonaron el pasado 7 de mayo a 'mortuos plango' (lloro a difunto). El genio de Pedreña moría a los 54 años de un tumor cerebral y el deporte se vistió de luto.

La noticia estremeció a España, a Europa y al mundo entero, porque Ballesteros, un golfista irrepetible, era respetado y venerado en todo el orbe.

En España la muerte de Ballesteros cayó como una losa, pese a que la opinión pública era consciente de su lucha, enconada y sin cuartel, frente a dos tumores alojados en el cerebro y detectados dos años y siete meses antes.

En el Reino Unido el adiós de Severiano, su adorado 'Seve', fue tan llorado que hasta el Támesis debió desbordarse aquel triste día.

Los cimientos del deporte del golf sufrieron un enorme temblor. A Ballesteros, antes de la mortaja, le vistieron con la misma ropa con la que conquistó sus tres Open Británicos: pantalones azul oscuro, jersey azul marino y camisola blanca. Sus restos reposan bajo el magnolio del jardín de su casa, en Pedreña (Cantabria).

La figura de Seve Ballesteros fue glosada en todos los torneos relevantes del año, con especial acento en el Open Británico disputado en el Royal St.George inglés.

Pero el corazón del golf siguió palpitando, y en esa continuidad vital las novedades se sucedieron hasta el final de campaña.

Novedoso fue que los cuatro campeones de los torneos de 'Grand Slam' del año lo lograran por primera vez. El surafricano Charl Schwartzel (Masters de Augusta), los dos norirlandeses de generaciones distintas Rory McIlroy (21 años) y Darren Clarke (42) y el estadounidense Keegan Bradley estrenaron en 2011 su palmarés en ese tipo de torneos.

La lista mundial fue gobernada en distintas fases por tres europeos. Comenzó como líder el inglés Lee Westwood, el alemán Martin Kaymer tomó después el relevo y otro inglés, Luke Donald, acabó el año al frente del ránking y con un inédito doblete incluido: encabezó las lista de ganancias de los circuitos europeo y estadounidense.

La decepción del golf español por no haber logrado que la Ryder Cup de 2018 se disputase en Madrid -ganó París-, se compensó con el nombramiento de José María Olazábal como capitán europeo para el duelo con Estados Unidos de 2012.

En la réplica femenina de la Ryder, la Solheim Cup, las europeas acabaron después de seis años y cuatro tentativas con el monopolio de las mejores golfistas estadounidenses en Killeen Castle (Irlanda). El concurso de la española Azahara Muñoz, que debutaba, resultó determinante.

El final de año también trajo más novedades, como el triunfo de Tiger Woods en un torneo profesional después de dos años y 26 competiciones.

Tiger volvió a saborear las mieles del triunfo al imponerse en el Chevron Wolrd Challenge en el californiano campo de Sherwood, lo mismo que Sergio García hizo en Castellón, y seguidamente en Valderrama, después de tres años inédito.

En la campaña regular del Tour estadounidense el mejor fue el jugador de Charlotte Bill Haas, de 29 años, quien se impuso en la final de la FedExCup, mientras en Europa la guinda de la temporada la colocó otro español, Álvaro Quirós, el "Sultán del Desierto" tras vencer en la Final disputada en Dubai. EFE

aptc nr

Seve Ballesteros. Fototeca cód/ref: 4829892 - 4830384.

Azahara Muñoz. Fototeca cód/ref: 5148493.

Tiger Woods. Fototeca cód/ref: 4987356.

Sergio García. Fototeca cód/ref: 5116339.

Álvaro Quirós. Fototeca cód/ref: 5194692 - 5194626.

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