Las chicas felices del maratón

  • La argentina María Peralta acabó hoy en el lugar 82 del maratón de Londres 2012, pero al llegar a la meta se puso a llorar de felicidad porque dijo haber cumplido el sueño de su vida, alcanzar la meta en unos Juegos Olímpicos.

Gustavo Borges

Londres, 5 ago.- La argentina María Peralta acabó hoy en el lugar 82 del maratón de Londres 2012, pero al llegar a la meta se puso a llorar de felicidad porque dijo haber cumplido el sueño de su vida, alcanzar la meta en unos Juegos Olímpicos.

"En el kilómetro 40 me dio un dolor en el hígado y no podía creer que se me fuera el sueño, pero llegué y ahora estoy aquí, llorando como una maricona", dijo la mujer de 34 años, originaria de Buenos Aires, quien festejó como si hubiera ganado medalla.

Expresivas y sentimentales como la gente de sus países, las maratonistas latinoamericanas dieron hoy un color diferente a la llegada de la prueba de 42 kilómetros, 195 metros de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde se empeñaron en declararse ganadoras a pesar de que la mejor ubicada entró en el lugar 25.

"Es que el maratón es algo diferente y terminarlo siempre es un triunfo; la sensación de correr yo la compararía con la emoción de enamorarse, aunque no es igual porque cuando tienes pareja te apapachan (miman) y te abrazan", dijo la mexicana Marisol Romero, quien entró en el 46 y juró sentirse feliz.

Entre las latinas que cumplieron el recorrido este domingo estuvo la chilena Erika Olivera, campeona panamericana de 1999. Completó su vigésimo quinto maratón y luego confesó que después de tanto tiempo, la prueba le parece más corta.

"Los kilómetros se me van cada vez más rápido y eso es una señal de mi disfrute; a veces los músculos se quejan, pero el corazón ordena seguir y siempre llegar a la meta es un gran regalo", señaló la corredora, madre de cinco hijos.

Quizás por la soledad que lo acompaña, el maratón es una especie de isla romántica en el deporte mundial cada vez más comercializado y quienes practican la disciplina siempre parecen estar esperando una pregunta para ponerse a filosofar sobre su prueba y exagerar con frases como "correr es soñar con los pies".

Un ejemplo de ello fue la rusa Tatyana Petova que hizo la mejor carrera de su vida para ganar medalla de bronce con 2h 23:29 y al hablar del significado del maratón, lo comparó con la vida misma.

"Yo creo que se parece porque en las dos uno gana, pierde, llora, siente dolor, se recupera y siempre tiene la opción de una próxima oportunidad", explicó a Efe la corredora.

La mayoría de los que ven la prueba desde fuera se admiran por la resistencia de los que corren carreras de 42 kilómetros 195 metros, pero no saben la rudeza de los entrenamientos en semanas previas, a veces en condiciones de soledad extrema.

"Antes de llegar a Londres, hacía 12 repeticiones seguidas de un kilómetro con poquito tiempo de recuperación; dolía todo, pero hoy pensé en aquellos días y sentí más fuerza para seguir", dijo la peruana Inés Melchor, colocada en el lugar 25 con un récord nacional de 2h 28:54.

A veces planifican una carrera durante meses y llenan cuadernos de apuntes sobre estrategia, pero luego desobedecen su propio plan como hizo María Peralta, quien lamentó haber corrido tan rápido la primera mitad inyectada por la felicidad de oír en Londres los gritos de apoyo de gente de habla hispana.

"Fue mi error, pero sí repitieran la carrera, tengo claro que lo volvería a cometer porque fue mi manera de ser feliz después de tanto tiempo en espera de venir a los Juegos Olímpicos", aseguró.

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